A los pies de la Ermita del Santo se celebra desde hace siglos la famosa verbena de San Isidro. Los madrileños acuden en masa a la pradera a beber de las aguas milagrosas que un día el patrón de Madrid hizo brotar del suelo.
Conoce la historia de esta romería tan castiza que tanto maravilló al mismísimo Francisco de Goya. También descubre el misterio que envuelve al milagroso pozo sanador.
LA IMPORTANCIA DEL AGUA EN LA VIDA DEL SANTO
Antes de ser santo, Isidro ya era famoso en Madrid. La Villa era conocida por las corrientes subterráneas que recorren sus calles. El protagonista de nuestra historia tenía una gran facilidad para encontrarlas.
El jefe de San Isidro era el noble Iván de Vargas. Un día se acercó a él para pedirle un poco de agua para beber, porque era un día muy caluroso. El santo se dio cuenta de que no le quedaba, cogió su cayado y golpeó el suelo.
En ese momento pronunció las palabras: “Cuando Dios quería, aquí agua había”. En aquel momento el agua comenzó a brotar de la tierra. Su señor quedó totalmente fascinado ante tal milagro.
“cuando dios quería, aquí agua había”
En este lugar se creó una fuente a la que aún hoy los madrileños acuden a beber esta agua cada 15 de mayo. Se dice que sus aguas son sanadoras y que tienen el poder de curar cualquier tipo de dolencia.
EL MILAGROSO POZO DE SAN ISIDRO
Otro de los milagros relacionados con el agua tiene que ver con el famoso pozo de San Isidro. Un día, cuando Isidro volvió a casa se encontró a Santa María muy angustiada. El motivo fue que su hijo Illán se había caído al pozo de su casa.
Ambos se pusieron a rezar a los pies del pozo. El nivel del agua empezó a subir de forma milagrosa. De esta manera, flotando, el niño pudo salvarse y salir a la superficie.
Este pozo aún se conserva. Se puede visitar en el Museo de los Orígenes o Museo de San Isidro, al lado de la plaza de San Andrés. Esta era la casa original en la que la pareja vivía en su tiempo.
Tan importante fue el agua en la vida de san Isidro que, durante el siglo XIII, los años de sequía, los madrileños sacaban en procesión su cuerpo para invocar a la lluvia.
LA VERBENA A LOS PIES DE LA ERMITA DEL SANTO
La Ermita de San Isidro data de 1528. La emperatriz Isabel de Portugal fue la que ordenó su construcción junto al manantial que hizo brotar el santo para dar de beber a su señor.
La tradición popular hizo que ir a beber agua milagrosa de esta fuente se convirtiera en una romería que aún llega hasta nuestros días y que se celebra cada 15 de mayo en Madrid.
Cuando uno acude a beber del agua milagrosa, tiene que decir lo siguiente:
“san isidro hermoso / patrón de madrid / que el agua del risco / hiciste salir”
Uno de los que inmortalizaron de manera exquisita esta tradición tan castiza fue Francisco de Goya. Sus obras nos muestran que los madrileños de aquella época también acudían a disfrutar de la romería a la famosa pradera.
El coronavirus hizo que, después de siglos, esta tradición tuviera que hacer una pausa. Aún hoy por seguridad no se puede beber del agua, pero seguro que San Isidro intercederá para que los claveles vuelvan a poblar las calles de la capital y el organillo suene en honor del pueblo de Madrid.