El túnel que unirá las calles Bailén y Ferraz estará concluido antes de que acabe este año, ha dado a conocer este martes el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, tras visitar las obras. El último tramo excavado ha sido el que se encuentra bajo los restos del Palacio de Godoy, cuyas labores se han realizado a mano para preservar los hallazgos.
Almeida ha estado acompañado por la delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero; la concejala de Moncloa-Aravaca, Loreto Sordo, y el concejal de Centro, José Fernández. Todos ellos han sido testigos del final de la excavación del túnel que unirá la calle Bailén con Ferraz.
Las bocas norte y sur del túnel han quedado unidas una vez que han finalizado los trabajos bajo los restos arqueológicos del Palacio de Godoy. El método constructivo en este tramo de unos 50 metros de longitud ha sido distinto al del resto del túnel para salvaguardar los restos del palacio.
Para llevarlo a cabo, en primer lugar, fue necesaria la ejecución de un paraguas de micropilotes horizontales que permitiera la excavación del túnel bajo las ruinas sin alterarlas y garantizara su estabilidad antes de comenzar la excavación bajo las mismas.
Una vez implementada esta estructura, las labores continuaron siguiendo el llamado ‘sistema belga’, un método manual que consiste en ejecutar pequeñas excavaciones sucesivas apuntaladas para ir realizando el avance de la bóveda completa y limitando el frente abierto, de forma que se garantiza la estabilidad del conjunto.
Después se lleva a cabo la llamada ‘destroza’, que es la excavación del túnel desde el nivel de la bóveda (techo) al nivel de la contrabóveda (suelo) para poder ejecutar esta y los laterales.
En la excavación de este tramo bajo los restos han participado más de 40 trabajadores que han extraído manualmente más de 3.100 m3 de tierra, lo que equivale a casi 5.600 toneladas.
El resto del túnel se ha hecho a cielo abierto por el denominado sistema de ‘cut and cover’, consistente en ejecutar dos pantallas de pilotes a ambos lados de su traza y luego la losa de cubierta para posteriormente excavar debajo de esa losa. Ahora, una vez concluidas las labores de excavación, las obras se centran en los revestimientos e instalaciones.