Las Casas de Baños: la historia de cuando en Madrid no había agua corriente

Parece que algo tan cotidiano como darse una ducha siempre ha sido posible. Pero no siempre ha sido así. ¿Te has preguntado alguna vez cómo se aseaban los madrileños antes de la llegada del agua corriente?

Para ello, solo tienes que acercarte a la glorieta de Embajadores y poner la vista sobre la Casa de Baños. Hoy solo quedan dos en Madrid, pero en su tiempo, eran importantes centros de reunión. Conoce su historia y descubre la importancia de estos establecimientos municipales para los madrileños del momento.

AQUELLAS PRIMERAS CASAS DE BAÑOS DE MAYRIT

La costumbre de los baños públicos llegó a la península ibérica de mano de los árabes. A lo largo de todo el país hay vestigios de aquellas costumbres de tomar largos baños en aguas termales.

Casas de Baños
Baños árabes de Al-Andalus

En Madrid pasó lo mismo. El origen de la capital es árabe y en aquel antiguo Mayrit ya había Casas de Baños. Este pueblo, como pasó en todo el país, introdujo este modo de vida en aquella primera ciudad amurallada.

Una de las pocas que hay documentadas es la que se encontraba en el ya desaparecido Barranco del Arroyo de San Pedro, en lo que hoy es la calle Segovia. También había otro en los conocidos como Caños del Peral, en la plaza de Ópera.

alfonso vi prohibiría las casas de baños por ‘impuras’

La reconquista cristiana acabó con estas Casas de Baños por ser considerados “impuros”. Sería el rey Alfonso VI el que prohibiría esta costumbre.

Al cerrado pensamiento católico había que sumarle que, en aquel momento, lo de bañarse no era considerado como algo sano, sino todo lo contrario. La peste y las enfermedades infecciosas también serían motivos para su clausura.

LA FAMOSA CASA DE BAÑOS DE LA CALLE JARDINES

Sería en el siglo XVII cuando las Casas de Baños volvería a Madrid. El italiano Domingo Lapuente quiso fundar un negocio de estas características que no ofendiera a la fe católica.

Para ello, en el año 1628 pediría el privilegio real que le dejara instalar una Casa de Baños en el número 13 de la calle Jardines. Los requisitos eran bastante estrictos para cumplir con la ley cristiana.

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Ilustración en prensa de una de las Casas de Baños de Madrid

Primeramente, los baños en este establecimiento se debían dar siempre bajo preinscripción facultativa. También un médico debía supervisar el estado de las aguas.

Por otro lado, las mujeres y los hombres no podían cruzarse en ningún momento. De hecho, el ayuntamiento de la Villa llegaría a legislar esta medida. Se estipuló que las mujeres irían los lunes, miércoles y viernes, mientras que los hombres el resto de días.

bañarse ‘a la francesa’ era hacerlo en bañera de mármol

Esta Casa de Baños de la calle Jardines sería conocida popularmente como los “Baños del Cura”. Las bañeras eran de cerámica y se anunciaban como “baños a la francesa”, aunque el estado era bastante más lamentable.

A lo largo de los años, la calle Jardines se llenaría con más establecimientos de esta índole. Habría otros en el número 51 y otros hacia la mitad de la calle. Desaparecerían todos con la urbanización de esta céntrica vía.

LA IMPORTANCIA DE LA HIGIENE PARA LOS MADRILEÑOS

Las Casas de Baños se popularizarían mucho en Madrid durante el siglo XIX. Las corrientes higienistas que empezaban a circular hicieron que los madrileños empezaran a tomar conciencia de la importancia de la higiene.

La Institución Libre de Enseñanza y la II República serían dos grandes bastiones que promocionarían el uso de estos establecimientos, así como la necesidad de mantener una buena higiene para mantener la salud en niveles óptimos.

Casas de Baños

En total habría casi 20 Casas de Baños en toda la capital. Uno de los más populares sería los Baños de Oriente. Inaugurados el 30 de mayo de 1830, se mantendrían en la capital hasta mediados de los años 70 del siglo XX.

había casi 20 casas de baños en madrid

Hay que tener en cuenta que edificios como las corralas no tenían ningún tipo de baño, solo un pequeño aseo que compartían todos los vecinos. Lo de tener agua corriente en casa era toda una quimera.

EL RÍO MANZANARES, EL GRAN BAÑO PÚBLICO DE MADRID

Aunque la popularidad de las Casas de Baños fue variando a lo largo de la historia, hay algo que siempre estuvo ahí: el Río Manzanares. Aquí acudían los madrileños a tomar largos baños, como si fuera una verdadera playa en el centro de la capital.

el río manzanares era la famosa ‘playa’ de madrid

Los terrenos más cercanos a la Villa eran los que utilizaban los nobles y la realeza para tomar baños. Las crónicas cuentan que en estos lugares también se celebraban fiestas de dudosa categoría.

Una de las Casas de Baños más famosas del Manzanares era la llamada ‘La Isla’. Esta se encontraba en un islote artificial creado en el centro del río, justo frente a la actual glorieta de San Vicente.

Casas de Baños
Foto de La Isla del Manzanares

La gran época de esplendor de este balneario municipal fue la II República. Este establecimiento tenía además un restaurante y hasta una sala de baile.

Durante la Guerra Civil fue totalmente destruida. La pobreza de la posguerra y la paulatina llegada del agua corriente a las calles de Madrid harían de estas Casas de Baño algo anecdótico.

EL PRESENTE DE LAS CASAS DE BAÑOS

La avenida de los Toreros tenía en su acera una de estas Casas de Baños municipales. Hoy es un Centro Cultural. Lo mismo pasó con que había en la plaza de la Cebada, que finalmente fue derruida.

En Madrid ya no tenía sentido estos establecimientos porque la mayoría de los vecinos ya tenían ducha propia en casa. Sin embargo, hoy se mantienen en la capital dos Casas de Baños municipales.

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Casas de Baños de Embajadores

La primera de ellas se encuentra en la calle Bravo Murillo, 133. No obstante, la más conocida por todos es la que está en plena glorieta de Embajadores. Muchos de los que por allí pasan no tienen ni idea de la historia que estos establecimientos guardan.

La Casa de Baños de Embajadores se abrió en 1928 y sigue en Madrid desde entonces. En 1989 fue cerrada y el 2001 fue derruido su edificio original para construir el actual. Allí, aquellos que lo necesiten podrán disfrutar de 20 minutos de ducha con agua caliente por tan solo 50 céntimos.

20 minutos de ducha cuestan 50 céntimos

Aunque para la mayoría de los madrileños ducharse es tan fácil como abrir un grifo, no todos pueden disfrutar de este “lujo”. Las Casas de Baños de Madrid, siglos después, siguen siendo un refugio para que hasta los que no tienen casa, tengan acceso a algo tan básico como una ducha.