La Asociación de Amistad Hispano-Francesa, Mujeres Avenir, una asociación feminista que actúa en beneficio de la consolidación de la visibilidad de la mujer en todos los sectores de la sociedad, a partir de la visión que de igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres ha homenajeado la figura de ‘Emilia Pardo Bazán’ ahora que se cumplen 100 años de su muerte, por ser una mujer que ejerció una influencia importantísima en la lucha feminista, en cuanto a que la mujer precisaba ser económicamente independiente y eso le permitiría ser libre.
Así se puso de manifiesto en la jornada “Emilia Pardo Bazán: una original intelectual feminista” celebrada este miércoles en el Club Financiero Génova y en el que se han aportado datos de interés sobre la vida de esta intelectual española -novelista, ensayista, poeta, periodista, traductora, autora teatral, etc-, que reflejó en su época los valores que -salvando las distancias-defiende naturalmente, también, Mujeres Avenir, basado en principios humanísticos, sin que las corrientes partidistas supongan ningún impedimento para manifestarse a favor de la igualdad entre hombres y mujeres; defendiendo así lo que hoy llamamos un feminismo transversal.
El Embajador de Francia en España, Jean-Michel Casa, inauguró el evento agradeciendo en primer lugar “el excelente trabajo que realiza la asociación Mujeres Avenir en defensa de los derechos y libertades de las mujeres” y muy especialmente por el sentido homenaje a una autora “con una vida íntimamente ligada a Francia y muy especialmente a París, pionera en su época, y que dominaba todas las facetas del ámbito literario, una mujer fascinada por la revolución francesa y todo lo que ello representaba para la libertad de la mujer, en definitiva, una de las primeras feministas que luchaba por cambiar la realidad de la mujer en una España muy atrasada y una de las intelectuales europeas más importantes de la historia”.
Presentó el acto María Luisa de Contes, presidenta de la Asociación Mujeres Avenir, agradeciendo no solo la presencia del Embajador Francés y la Cónsul General de Francia, sino la precisión de las palabras del Embajador dedicadas a la homenajeada, mostrando así su profundo conocimiento de ella, y la necesidad de ahondar en los libros de la autora para entender el origen de lo que actualmente ha llegado a ser feminismo, una mujer que siendo madre de tres hijos, manifestó y defendió públicamente que “la maternidad no es el destino de la mujer” -anticipándose al famoso postulado de Simón de Beauvoir.
Defensora de que los primeros deberes naturales de las mujeres “son para consigo misma, no relativos y dependientes de la entidad moral de la familia”; recordó la fuerte personalidad de una mujer “criticada tanto por ser conservadora como por ser progresista; una mujer que por su espíritu libertario en su época también fue acusada de radical en cuanto a sus planteamientos feministas; una intelectual influenciada por Balzac, Baudelaire, Flaubert, y que como novelista fue calificada -también contradictoriamente- de moderna y antimoderna”.
Moderó el acto Magdalena Suarez Ojeda, Directora de la Unidad de Igualdad de la UCM, quien comenzó el acto explicando que, “siendo una mujer que no pudo acudir a la universidad, al estar vetada para las mujeres, los avances científicos y filosóficos los siguió a través de los amigos de su padre y de los libros, y su lucha constante por el papel de la mujer la permitió ser la primera mujer socia de número del Ateneo de Madrid en 1905 y en 1916, es nombrada catedrática de Literatura Contemporánea de Lenguas Neolatinas en la Universidad Central”.
“Emilia Pardo Bazán representó las dos corrientes del feminismo español, el krausismo, cultivando la amistad con Giner de los Ríos e introduciendo en la literatura española el naturalismo en la que ella es clara defensora, y fue una clara sufragista, defensora del voto libre, secreto y universal” concluye Magdalena Suarez Ojeda.
A continuación, intervino la ponente española Marisa Sotelo Vázquez, Catedrática de Literatura Española en la Universidad de Barcelona, autora de “Emilia Pardo Bazán y la polémica en torno al darwinismo”, que recalcó como la lectura de los románticos franceses como Víctor Hugo despertó en la autora una fuerte personalidad, que la condujo a tener una vida poco convencional y a menudo ser criticada por ello, pero nunca dejó de tener sus propias opiniones y de vivir su vida como ella quería”
“Entendió muy pronto que los medios eran fantásticas plataformas para difundir las ideas y fundó diferentes revistas, como en 1880 -Galicia, o posteriormente -El Nuevo Teatro Crítico- con las que quiso contribuir a sacar a España de siglos de atraso. Defendía claramente que todos los derechos que tenía el hombre también los debía de disfrutar la mujer, y entendía que la clave de la regeneración de la sociedad estaba en el futuro papel de la mujer, y en el avance de la mentalidad de los hombres”.
Para Marisa Sotelo Vázquez “Emilia Pardo Bazán fue muy crítica con la institución del matrimonio, como «los últimos instantes de un reo de muerte» reivindica la misma formación para ambos géneros, con la posibilidad de poder tener estudios superiores que les permitiera obtener a todas las mujeres un trabajo digno y remunerado, y denunciaba los frecuentes asesinatos de género, que la sociedad tapaba o incluso consideraban que las víctimas eran las responsables”.
Posteriormente, por parte de la ponente francesa Dolores Thion Soriano-Mollá, Catedrática de Literatura e Historia Cultural Española en la Université de Pau et des Pays de l’Adour, y autora de “Las mujeres en el teatro de Emilia Pardo Bazán”, se trató el tema de cómo Balzac ha estado olvidad durante generaciones “y no fue hasta el final del franquismo en incluso tuvimos que esperar hasta los 80 y 90, cuando se investigó a fondo toda la gran obra y genialidad de esta mujer, que con un gran sentido patriótico, miraba hacía Europa y muy especialmente a Francia, para introducir en la sociedad española aquellos movimientos culturales que podían cambiar la situación de la mujer”
“Es la separación voluntaria de su marido, y sus constantes viajes por Europa y Francia la que la da esa libertad de la que carece en España, participando en tertulias en palacios o en cafés más bohemios, descubriendo nuevos movimientos culturales como la literatura rusa, y la lleva a una nueva manera de concebir su relación, como escritora, con los personajes; al mirar al hombre desde dentro y llegar a su alma, lo que hasta el momento eran los límites del naturalismo francés”.
“Cuando ella quiere afirmarse como mujer y vivir de su pluma, es un momento de profunda crisis familiar y de depresión, que la lleva a tomar la decisión de separarse de su marido, y arrancar la forja de la mujer feminista”, concluye Dolores Thion Soriano-Mollá.