La estación de Plaza Elíptica fue la única de las 24 estaciones de la red municipal y del resto de España que miden la contaminación atmosférica que registró una media anual de dióxido de nitrógeno (NO2) superior al valor límite anual establecido por la normativa (40 mg/m3), según el balance de 2020 realizado por Ecologistas en Acción.
Efectivamente, la estación de Plaza Elíptica alcanzó 41 (frente a 53 en 2019 y 2018). Y es que debido a la pandemia la reducción media de los niveles de NO2 en la capital (y del resto de España) durante 2020 fue del 28% de la concentración del periodo 2012-2019, y del 29% en la Comunidad de Madrid.
La mejoría de la calidad del aire por NO2 fue máxima durante el primer estado de alarma (14 de marzo a 21 de junio), alcanzando el 56% de los niveles de contaminación habituales en estas fechas durante la última década, descenso que se fue moderando en meses posteriores, aunque sin alcanzar los niveles de años previos.
“La reducción de la movilidad por la crisis de la Covid-19 ha provocado una mejora general sin precedentes de la calidad del aire en España durante el pasado año. No obstante, la ciudad de Madrid siguió incumpliendo el límite legal del dióxido de nitrógeno, mientras que toda la Comunidad de Madrid registró importantes vulneraciones de los límites en relación al ozono troposférico”, señala Ecologistas, que ha publicado este martes su informe sobre la calidad del aire en España en 2020.
El estudio concluye que durante el pasado año la calidad del aire ha mejorado sustancialmente en todo el país, con una reducción notable de los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2), dióxido de azufre (SO2) y ozono troposférico, y más matizada de los de partículas en suspensión (PM10 y PM2,5), en sus mínimos de la última década y seguramente también desde que existen mediciones, en 1990.
Para el caso de la Comunidad de Madrid, se han recopilado los datos de 54 estaciones de control de la contaminación, pertenecientes a las redes de vigilancia de la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid, además de a la red de AENA, en el aeropuerto de Barajas.
MADRID CENTRAL
Para la organización ecologista, al margen del efecto de las medidas de lucha contra la pandemia, esta significativa caída de la contaminación urbana, que da continuidad a la ya experimentada en 2019, está relacionada con la puesta en marcha en noviembre de 2018 de la zona de bajas emisiones denominada ‘Madrid Central’.
“Esta medida, diseñada para reducir los niveles de NO2, ha conllevado una mejoría notable de la calidad del aire en sus dos primeros años de aplicación tanto del área de tráfico restringido como de la ciudad en general. Sin embargo, esta medida está ahora en suspenso por una decisión judicial, mientras que el actual Gobierno municipal, promotor de los recursos, no tiene ningún plan alternativo aprobado para luchar contra la contaminación”, señalan.
En relación al ozono troposférico, pese a la fuerte reducción de las emisiones de sus principales precursores, los óxidos de nitrógeno (NOx), la Comunidad de Madrid se ha seguido viendo afectada por este gas oxidante, con casi todas las estaciones de medición registrando numerosas superaciones del valor octohorario recomendado por la OMS.
Ecologistas reconoce, no obstante, que los niveles de ozono han sido significativamente más bajos que en años anteriores. En conjunto, se han reducido las superaciones del valor objetivo legal en un 30% respecto al promedio del periodo 2012-2019 (el 18% en la capital), siendo las registradas en 2020 las más bajas de la última década, en el caso de Madrid desde 2012.
La mejoría de la situación ha sido en especial relevante en la Cuenca del Tajuña en la Sierra Norte y en las zonas Urbana Noroeste y Urbana Sur, con una reducción del número de días por encima del objetivo legal superior al 50%.
El cuadro general que presenta la Comunidad de Madrid es el del área metropolitana de la ciudad de Madrid y las ciudades ubicadas en el Corredor del Henares, la zona Urbana Sur y la zona Urbana Noroeste, como las principales zonas contaminadas por ozono troposférico, aunque también se producen elevados índices de contaminación en el resto de la región.
Además, la contaminación generada en el área metropolitana de Madrid se extiende por todo el territorio madrileño, dando lugar a la formación de ozono troposférico que incide muy negativamente durante los meses estivales en zonas tan alejadas como la Sierra Norte, la Cuenca del Alberche o la Cuenca del Tajuña; lugares por otro lado elegidos por muchos habitantes de Madrid para pasar los fines de semana y periodos vacacionales.
Como consecuencia, toda la población madrileña siguió respirando en 2020 un aire perjudicial para la salud según las recomendaciones de la OMS y la legislación vigente (con excepción en este último caso de los 88.000 habitantes de la Cuenca del Alberche), y la totalidad del territorio regional estuvo expuesto a niveles de contaminación que dañan la vegetación”, concluyen los ecologistas.
MEDIDAS CONTRA LA POLUCIÓN
La Estrategia de calidad del aire y cambio climático de la Comunidad de Madrid 2013-2020 (Plan Azul +), aprobada en 2014, contempla la reducción del NO2, así como del ozono a través de la disminución de sus precursores (óxidos de nitrógeno y COV’s).
Pese a ello, Ecologistas en Acción considera que no han tomado medidas eficaces para reducir la incidencia del ozono troposférico y critica al Gobierno autonómico por “inactividad”.
“La crisis sanitaria ha demostrado que la reducción estructural del transporte y la descarbonización de la industria son las únicas herramientas para mejorar la calidad del aire que respiramos, en las ciudades y en las zonas rurales. La dramática situación creada por la pandemia corrobora que la reducción de las emisiones urbanas mejora la salud pública y la vida ciudadana”, ha esgrimido Ecologistas en Acción, que está desarrollando en España la campaña europea ‘Clean cities’ para reclamar a las administraciones medidas en este sentido.