Cerca de Las Vistillas, hay una calle que llama mucho la atenciรณn al que pasea por ella. Es imposible no acordarse de la Cuesta de los Ciegos si has tenido que subir sus mรกs de 250 escalones.
Esta curiosa calle escalonada guarda bajo sus escalones un gran secreto. Sube con nosotros por las escaleras de la historia y viaja en el tiempo a cuando Madrid era una pequeรฑa villa en lo alto de una montaรฑa.
LAS VISTILLAS, UN LUGAR ESTRATรGICO
El parque de Las Vistillas se encuentra en lo alto de un gran cerro. Madrid era una ciudad amurallada y el encontrarse sobre un gran desnivel la hacรญa un lugar totalmente estratรฉgico.
El desnivel entre la zona del Palacio Real y el rรญo Manzanares es bastante importante. Por este motivo, en este lugar hay numerosas construcciones diseรฑadas para salvaguardar esta barrera natural.
El monumental viaducto de la calle Bailรฉn es un gran ejemplo de ello. Tambiรฉn lo es la protagonista de esta historia, la Cuesta de los Ciegos. Esta calle escalonada une el antiguo barrio de la morerรญa con la calle Segovia.
Es muy curioso porque esta calle popularmente tambiรฉn se la ha conocido como โarrastraculosโ. Y es que antes de construir sus 254 escalones era un gran terraplรฉn por el que mรกs de un madrileรฑo ha acabado derrapando. De ahรญ este mote.
EL MILAGRO DE LA CUESTA DE LOS CIEGOS
El origen del nombre de la Cuesta de los Ciegos es doble. Por una parte, hay uno que dice que se llama asรญ porque en esta zona solรญan estar las chabolas en las que vivรญan los mรบsicos ciegos de Madrid. Sin embargo, hay otra explicaciรณn mรกs maravillosa que tiene que ver con la tradiciรณn cristiana.
Las Vistillas de Madrid, muchos siglos antes de ser un gran parque, era un bosque de madroรฑos que maravillaba a todo el que paseaba por รฉl. San Francisco de Asรญs llegรณ a Madrid tras hacer el Camino de Santiago y se enamorรณ del lugar.
Tanto le gustรณ esta zona que decidiรณ instalar aquรญ una pequeรฑa cabaรฑa donde alojarse. Esta rudimentaria chabola se convertirรญa con los aรฑos en lo que hoy es la Basรญlica de San Francisco el Grande.
Este santo vivรญa en la mรกs pura humildad y se alimentaba de las limosnas que le daban. Un dรญa, un fraile del convento de San Martรญn le regalรณ un รกnfora de aceite. Cuando volvรญa a su casa, subiendo por la Cuesta de los Ciegos, sucediรณ algo sorprรฉndete.
Los invidentes salieron a pedirle limosna a San Francisco. El piadoso santo fue repartiendo el aceite mientras les embadurnaba los parpados con รฉl. Milagrosamente, los ciegos recuperaron la vista. De ahรญ el nombre del lugar.
LA IMPORTANTE REFORMA DE LA CUESTA DE LOS CIEGOS
Siglos y siglos y cientos de madrileรฑos cruzando por la Cuesta de los Ciegos hicieron que el estado de sus escalones empeorara. Era imposible andar por aquรญ sin acabar tropezando y llegar rodando a la calle Segovia.
En 1940, despuรฉs de cientos de aรฑos, el Ayuntamiento de Madrid decide remodelar esta cuesta, dรกndole un nuevo aspecto que es el que hoy podemos disfrutar.
Es muy curioso que, aunque su remodelaciรณn se llevรณ a cabo en plena postguerra, lo cierto es que a los pies de La Cuesta de los Ciegos hay un elemento que nada tiene que ver con el franquismo.
En la placita de entrada, justo antes de empezar a subir los escalones, se encuentra una pequeรฑa fuente que abastecรญa de agua a los vecinos del lugar. Lo curioso es que estรก adornado con un escudo de la รฉpoca republicana. Lo podemos comprobar por la corona que tiene el heraldo. Como podemos ver, tiene forma de castillo y no de corona real.
EL MADRID SECRETO BAJO TIERRA
La Cuesta de los Ciegos, ademรกs de ser testigo de numerosos resbalones, guarda bajo sus escalones un secreto. Madrid fue edificada sobre aguas subterrรกneas y en el subsuelo esconde autรฉnticos tesoros.
Se sabe que el barrio de la Morerรญa tenรญa un submundo interior muy interesante. Bajo sus calles existe un gran entramado de tรบneles que servรญan tanto para transitar personas, como para que el agua recorriera la ciudad.
Uno de esos tรบneles se encuentra justo bajo la Cuesta de los Ciegos. Con mรกs de 2 metros de altura y 1,20 metros de ancho, los historiadores estiman que por aquรญ llegaron a transitar bastantes personas. Ademรกs, esta construcciรณn subterrรกnea conecta con el Palacio Real, por lo que no es de extraรฑar que por aquรญ huyera de la ciudad mรกs de uno.
Por estos tรบneles ahora solo circulan rรญos de agua limpia y ratas. Ojalรก llegue el dรญa en el que Madrid recupere este patrimonio subterrรกneo tan desconocido para muchos, pero profundamente interesante.