Tres calles argandeñas se hunden. Se tratan de las vías de Islas Afortunadas, Isla Graciosa e Islas Canarias que están sufriendo graves problemas ya que las edificaciones que albergan se construyeron sobre un terreno inestable que está cediendo. Para solucionar este problema de las calles ubicadas en La Poveda, el Ayuntamiento de Arganda del Rey destinará alrededor de un millón de euros.
las viviendas de esas calles se construyeron en las décadas de los 80 y 90 en unos terrenos inestables
Según han explicado los representantes municipales, las viviendas de esas calles se construyeron en las décadas de los 80 y 90 en unos terrenos inestables, por lo cual la cimentación de los domicilios se realizó con pilotes en algunos casos y sobre losas de hormigón en otros. Sin embargo, en las calles no se empleó ninguna técnica que contribuyera a su estabilidad, por lo que el suelo, al ser de relleno, va cediendo afectando al nivel de las vías.
Este descenso del suelo está ocasionando diversos problemas a los vecinos que residen o transitan estas calles del municipio madrileño de Arganda del Rey. Tanto en las aceras como en los accesos a las viviendas el terreno está hundiéndose.
UN MILLÓN DE EUROS COMO SOLUCIÓN
La situación en estas tres calles ha sido abordada por las instituciones municipales tras llevar la problemática del terreno a Pleno. El alcalde de Arganda del Rey, Guillermo Hita, acompañado por el concejal de Modelo de Ciudad y Obras Públicas, Jorge Canto; el concejal de La Poveda, Antonio del Amo; y el concejal de Industria, Irenio Vara; se reunieron ayer por la tarde en el Centro Integrado La Poveda con vecinos y vecinas residentes en esta zona para buscar posibles soluciones al problema. El concejal de Modelo de Ciudad del consistorio argandeño, Jorge Canto, afirmó que el problema a priori “no es algo peligroso pero que debe solucionarse de una vez”.
La primera resolución pasa por un proceso de enriquecimiento del suelo y la segunda solución propuesta supone vaciar la calle hasta un límite aproximado de cuatro metros y volver a rellenarla compactando con suelo rico. En cualquier caso, lo primero que se va a realizar es un estudio geotécnico minucioso para valorar detalladamente la situación actual de las calles afectadas, puesto que los datos que se tienen proceden de estudios anteriores. Una vez analizada la información del nuevo estudio, se decidirá cuál de las dos soluciones es la más adecuada.
Para solucionar el hundimiento de estas tres calles se ha estimado un presupuesto aproximado de un millón de euros con un plazo de ejecución no inferior a un año, teniendo en cuenta que estas previsiones pueden ser retocadas en función del resultado del estudio geotécnico.