Las enfermeras achacan el empeoramiento de la situación hospitalaria por falta de camas y plantilla

El sindicato de Enfermería (Satse) ha denunciado este jueves un empeoramiento de la situación en los hospitales madrileños por falta de camas ante una afluencia “masiva” de pacientes a los Servicios de Urgencias y plantillas insuficientes.

La organización sindical ha advertido a través de un comunicado, de que las Urgencias hospitalarias “comienza a saturarse ante la afluencia masiva de usuarios, la falta de plantillas enfermeras y la dificultad de ubicar a más pacientes en el poco espacio disponible“.

Esto deriva, además, en una “imposibilidad de transformar plantas limpias en sucias ante la carencia extrema de enfermeras en hospitalización” que obliga a que las Urgencias de muchos hospitales del Servicio Madrileño de Salud (Sermas) “se transformen en plantas de hospitalización encubiertas“, de modo que los pacientes “están en este servicio más tiempo del debido y son las enfermeras de la Urgencia las que deben procurarles los cuidados que necesitan.

Urge que se reduzca la actividad quirúrgica para evitar traslados a las plantas de hospitalización y liberar camas, que cuentan con plantillas enfermeras muy reducidas, y que ya no dan más de sí”, han subrayado desde Satse Madrid.

En este sentido, la organización sindical ha reclamado un refuerzo de la Atención Primaria y que se comience a vacunar de forma habitual en los centros de salud. En este sentido, ha exigido que el Hospital Enfermera Isabel Zendal, que vacuna 24 horas al día, se centre en la labor para que se creó, “la atención a pacientes Covid-19 y no vacunaciones”.

NUEVE PACIENTES UCI PARA DOS ENFERMEROS

Según ha detallado Satse, “No es normal que dos enfermeros tuvieran que ocuparse de 9 pacientes en la UCI (lo recomendable por seguridad del paciente es 2 por enfermera/o) o que una única enfermera deba hacer el seguimiento de 41 pacientes hospitalizados (lo recomendable son de 12 a 14) y eso es lo que se produjo en el Zendal el día previo a cerrar el pabellón de vacunación”.

Igualmente, ha subrayado que “la renovación de los contratos ha sido un despropósito” y se hizo “tarde y mal”, por lo que muchas enfermeras prefirieron aceptar contratos fuera de Madrid. Según datos proporcionados por el Colegio de Enfermería, ha recordado, en el último año y medio más de 2.000 enfermeras han abandonado Madrid para colegiarse y trabajar en otras Comunidades Autónomas.

“Las retribuciones de las enfermeras madrileñas están entre las más bajas de todo el Estado, la ratio de enfermeras/pacientes es de las más elevadas y las condiciones laborales, en general, están entre las más precarizadas de todo el Estado. Por si esto fuera poco, el nivel de vida de nuestra Comunidad es de los más altos por lo que muchas enfermeras prefieren emigrar para desarrollar su profesión”, ha explicado.

En la misma línea, ha indicado que la mayoría de los Servicios de Salud ofrecen contratos “de más larga duración, con mejores retribuciones”.

Han querido zanjar asegurando que, “la gestión realizada tanto de la quinta ola como la de las anteriores ha sido deficitaria en Madrid. Seguimos teniendo centros de salud y consultorios locales aún cerrados, los Servicios de Urgencias de Atención Primaria se clausuraron al inicio de la pandemia y no han vuelto a abrirse en la mayoría de las ocasiones y la atención telefónica que se ofrece en los centros de salud provoca que muchos pacientes terminen en las Urgencias con patologías banales que deberían resolverse en este espacio asistencial”.