Madrid ensalza los valores de la Constitución frente a la confrontación interesada

La delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González, ha ensalzado este viernes los valores de la Transición y el último proceso constituyente español de unidad, diálogo, cooperación, lealtad, patriotismo democrático “con consenso mediante pactos, huyendo de la confrontación interesada y gratuita, creando bases sólidas de entendimiento e integración política, social y territorial” para afrontar un futuro “cuando este es incierto.

En los actos instituciones por el Día de la Constitución Española que celebra junto a la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, en la Real Casa de Correos de Madrid, González ha indicado que con la Carta Magna se culminó el ciclo político de la transición, “una de las etapas más intensas, creativas y productivas en la historia política de nuestro país.

“Al conmemorar la Constitución, es necesario que hagamos un ejercicio colectivo de memoria que sirva para entender no solo la literalidad del texto sino, y mucho más importante, el espíritu y los valores que contribuyeron a su alumbramiento. La Constitución, es decir, el estado social de derecho y la democracia, fue una gran obra interpretada por políticos de todos los colores: de izquierda, derecha, nacionalistas y republicanos”, ha apuntado.

Hecha de consensos, acuerdos, diálogo y con la conciencia cívica de que solo juntos podríamos caminar hacia un régimen pleno de derechos y libertades después de la larga noche de la dictadura y del silencio político que había impuesto en nuestra sociedad”, ha proseguido la representante del Gobierno central en Madrid.

En este sentido, ha reconocido que no fue un tiempo fácil, sino “complejo y difícil, que exigió moderación, inteligencia política, empatía, reconocimiento del adversario, respeto a la diferencia y sobre todo ello, grandeza”.

“Junto a esos valores, hubo la voluntad de perseguir el sueño colectivo de una sociedad libre con todo el tesón y el empeño necesarios para no caer en las trampas e impedimentos de una exigua minoría resistente, que ha llegado hasta hoy, con el discurso de la intolerancia y el odio”, ha añadido.

González ha insistido en la idea de que la Transición “no fue un camino de rosas, ni mucho menos un paseo”. “La democracia se fue conquistando mediante negociación y consenso, junto al con el espíritu de una ciudadanía que reclamaba en la calle, con insistencia, pasos adelante asumiendo sacrificios, como ya había hecho durante la represión de la dictadura, tal y como quedó patente en el entierro de los abogados laboralistas de Atocha, en donde miles de ciudadanos y ciudadanas, en un ejemplo de serenidad, responsabilidad y entereza demostraron que el camino democrático era irreversible”, ha recordado.

EL PAPEL “INDISCUTIBLE” DE LA CORONA

La delegada no ha querido olvidarse del “indiscutible” papel de la Corona en todo este proceso y del liderazgo de “unos políticos serios y responsables, que supieron entender que frente a las dificultades no servía de nada la confrontación gratuita por ambición de poder”.

“Una Corona y unos políticos, que fueron de la mano de la ciudadanía, ya que sin el arrojo y el valor de muchos españoles y españolas quienes querían dar el paso definitivo a un régimen democrático, al nivel de nuestros vecinos europeos, nada hubiera sido posible”, ha apuntado.

González ha recordado los Pactos de la Moncloa, “que evitaron el hundimiento de nuestra economía por la crisis, irresponsablemente disimulada, por los gobiernos de la dictadura. “Lo importante no era hacer prevalecer la razón propia ni atacar al adversario, sino resolver los graves problemas que aquejaban a nuestro país. Son lecciones de la historia que no podemos obviar”, ha declarado.

La Constitución, ha continuado la representante del Gobierno de España en Madrid, es “la expresión de un modelo de hacer política”. “El espíritu constitucional expresa un proyecto común como país, que nos dimos entonces y cuya vigencia hoy es tan evidente como su necesidad”, ha señalado.

EL PROGRESO DE LA MUJER

Mercedes González ha rememorado los grandes cambios sociales, políticos, económicos y culturales vividos en España gracias a la Carta Magna. Y puso de ejemplo que entonces solo había 18 diputadas y 5 senadoras en esas Cortes.

“Las mujeres, siendo la mitad de la sociedad, no contaron con la representación que hoy sí tenemos. Recuerden que veníamos de un modelo social que negaba a la mujer derechos fundamentales como el de poder abrir una cuenta bancaria, disponer de su propio dinero o poder realizar su vida personal sin la tutela de un hombre, padre primero, marido después. Si el inmovilismo cerril hubiera triunfado entonces, hoy no habría aquí dos mujeres presidiendo este acto conmemorativo”, ha apuntado.

Sin embargo, según ha proseguido la delegada, aquella sociedad fue liquidada, paso a paso, con la conquista de todos los derechos inherentes a la persona que la Constitución recogió y que se fueron desarrollando por los gobiernos posteriores”.

En aquel momento, España no pertenecía a la Unión Europea, que entonces se llamaba Comunidad Económica Europea, comprábamos en pesetas, fumábamos en los hospitales, teníamos una industria obsoleta, nuestro ejército no estaba profesionalizado, ni participaba en misiones internacionales de paz que hoy, no existían la UME ni Protección Civil, la diversidad sexual se perseguía con la ‘Ley de Vagos y Maleantes’, la Comunidad era una provincia que, como las demás, solo tenía dos canales de televisión, pertenecientes al Estado.

Era una España en blanco y negro. Pero nuestro mundo ya no es ese. Hemos avanzado sin detenernos, hemos progresado en muchos ámbitos. Por ello, tenemos nuevos problemas y por tanto, afrontamos nuevas realidades. Hoy legislamos para que los españoles puedan tener además de una vida digna con todos los derechos y libertades, un final sin sufrimiento. Y hoy el derecho a la vivienda se legisla para asegurar que un mercado voraz no desposea a los españoles de su derecho a un hogar”, ha manifestado.

González también ha destacado que actualmente España es “un modelo de descentralización y operatividad institucional” porque, desde hace décadas, “se funda en los principios de cooperación y lealtad institucional, dentro de un marco de cohesión territorial y social, y no en el enfrentamiento territorial que agita permanentemente la convivencia”.

LA LUCHA CONTRA EL COVID

Hoy, el derecho a la vida, que siempre se ha asociado, por oposición, a la pena de muerte, que la Constitución derogó, no se vincula sólo al artículo 15 sino al 43, en el que se reconoce el derecho a la protección de la salud señalando que “compete a los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas y de las prestaciones y servicios necesarios”.

“Y eso es exactamente lo que se ha hecho, y se está haciendo, con respecto a la pandemia: dar cumplimiento a la obligación constitucional que tienen los poderes públicos de defender la vida. Así se ha hecho desde el primer minuto, y así se seguirá haciendo ante la próxima ola o las nuevas circunstancias que nos planteen las nuevas variantes del virus”, ha indicado.

Hoy, ha subrayado González, el derecho a la vida es “la batalla contra el Covid-19, es la estrategia nacional de vacunación que está salvando vidas y por la que somos un modelo de excelencia admirado internacionalmente”.

“Merece la pena haber podido recorrer juntos esta pequeña parcela de la historia, situar a la Constitución en el periodo histórico que tanto se olvida, para no olvidar que un país requiere de voluntad de consenso, de búsqueda de acuerdos y del dialogo que construye”, ha resumido la representante del Gobierno de España en Madrid.