22 detenidos y medio millón de artículos de todo tipo requisados en macrorredada en comercios asiáticos

Hay algo más de 400.000 productos perecederos para fiestas infantiles que se encontraban caducados o sin ser sometidos a control sanitario

La Policía Nacional, en colaboración con la Policía Municipal de Madrid e Inspección de Trabajo, ha detenido a 22 personas, ha identificado a 237 y ha requisado medio millón de objetos y artículos de todo tipo en una macrorredada en comercios asiáticos de Madrid, que ha afectado a 45 de ellos, ha informado este lunes la Jefatura Superior de la Policía de Madrid y el Cuerpo Local en sendas notas de prensa.

Concretamente, los agentes han arrestado a 18 individuos en base a la Ley de Extranjería, dos por reclamación judicial, uno por atentado a agente de seguridad y otro por tenencia ilícita de armas. Además hay un total de ocho investigados no detenidos por delitos contra el medio ambiente, la propiedad industrial, salud pública y por intrusismo profesional.

La operación, llamada ‘Intruso’, la más importante de este tipo desarrollada en la región en los últimos años, tuvo lugar entre el 13 a 16 en establecimientos regentados por ciudadanos asiáticos para comprobación delitos e infracciones de derechos de los trabajadores y consumidores. Se ha desarrollado en locales de los distritos Centro Norte, Usera, Puente de Vallecas y Tetuán.

Los policías intervinieron casi medio millón de artículos de seguridad alimentaria, electrodomésticos, estética y belleza, maquinaria, medicamentos, cosméticos, mascarillas, juguetes, productos de medio ambiente y productos de tabacalera, así como publicidad sexual. También incautaron droga, armas blancas y pistolas.

Entre los artículos requisados hay alimentos en mal estado, productos no homologados, fármacos y miles golosinas chinas sin ningún tipo de control sanitario para su venta y sin etiquetado, han confirmado las mismas fuentes.

LA OPERACIÓN

La operación comenzó el pasado 13 de diciembre y se desarrolló durante cuatro días, contando con la colaboración de Policía Municipal de Madrid para inspeccionar establecimientos públicos regentados por ciudadanos asiáticos.

El operativo, que pretendía verificar la calidad requerida legislativamente en los productos comercializados, así como los servicios prestados para garantizar los derechos del consumidor, también tenía la finalidad de comprobar las condiciones laborales de los trabajadores de estos establecimientos, por si pudieran ser víctimas de algún delito contra los derechos de los trabajadores así como de trata de seres humanos en cualquiera de sus modalidades.

Los establecimientos inspeccionados llevaban a cabo diversos tipos de actividades, como venta de cosméticos, restaurantes, locales de ocio, hospedería, estética personal, tratamiento de residuos urbanos o salones de masajes.

Entre los productos intervenidos hay algo más de 400.000 productos alimentarios destinados mayoritariamente al consumo infantil que se encontraban caducados o sin ser sometidos a control sanitario –golosinas, gominolas, bombones, chocolatinas– y que se vendían especialmente para fiestas infantiles.

De lo incautado, 28.000 artículos son cosméticos por graves deficiencias de etiquetado, seguridad, falta de control de aduanas, inexistencia de facturación de origen y destino, falta de registros sanitarios y de seguridad y/o comercialización prohibida; unos 2.100 juguetes, 8.000 mascarillas sanitarias que no se podían comercializar, etcétera.

Además de estos productos en los registros llevados a cabo también se han incautado sustancias estupefacientes, armas blancas y un arma de fuego simulada, ha detallado la Policía Municipal.

En uno de los comercios inspeccionados destinado al tratamiento de residuos, una chatarrería del distrito de Usera, se intervinieron 135 gases fluorados especialmente nocivos para el medio ambiente y prohibidos en España, por lo que se abrieron diligencias por un posible delito contra el medio ambiente y una persona se encuentra investigada no detenida por estos hechos.

En el local trabajaban empleados de forma irregular y carecía de licencia para ejercer la actividad. Tampoco disponía de los permisos de la Comunidad de Madrid, no había cartelería en el exterior que informase de la actividad del negocio y no contaba con el permiso de gestor de residuos. El propietario del local ha sido citado hoy lunes para prestar declaración ante la Policía y aportar documentos del negocio.

ELECTRODOMÉSTICOS PELIGROSOS PARA LA SALUD Y MEDICAMENTOS

También se han intervenido numerosos electrodomésticos destinados al uso corporal en tratamientos de estética y belleza que podían ocasionar lesiones graves por quemaduras así como lesiones oculares, además de auriculares o secadores de uñas.

En otro de los establecimientos sometidos a inspección por llevar a cabo tratamientos de belleza y de salud de forma irregular, se intervinieron casi 1.500 medicamentos –lidocaína, enalapril y ácido hialurónico–.

En la inspección de diversos establecimientos se han intervenido alrededor de 21.000 juguetes, bien por encontrarse relacionados con un posible delito contra la propiedad industrial o bien por presentar deficiencias en el etiquetado exigido, ha señalado la Policía Nacional.

Durante el desarrollo de la operación han participado otras instituciones como la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, así como las áreas de Sanidad, Comercio y Consumo de la Comunidad de Madrid, continuando la investigación abierta ya que los agentes se encuentran analizando numerosa documentación intervenida durante el operativo.

El número de detenidos podría aumentar en los próximos días debido a que del material requisado se podrían derivar responsabilidades penales entre los empresarios después de que se realicen los informes por parte de Consumo, Medio Ambiente, Policía Municipal y la Inspección de Trabajo que acompañó a los agentes en la operación. Muchos empleados y empresarios chinos han sido citados para declarar tras descubrirse irregularidades en sus comercios, tener empleados que no han sido dados de alta a la seguridad social o vender productos procedentes del contrabando.