La tradicional fiesta de La Vaquilla vuelve a celebrarse este 25 de enero en el municipio madrileño de Colmenar Viejo. Un acontecimiento muy importante para los colmenareños que fue declarado de Interés Turístico en el año 1986. El evento comenzará a las 16:00 horas con sus habituales 25 vaquillas que ambientarán la localidad.
A las 15:00 horas Las Vaquillas bailarán en la Plaza del Pueblo, lugar donde una hora antes se podrá degustar el tradicional caldo de puchero junto a una tribuna en donde se sentarán 600 localidades para disfrutar tranquilamente del espectáculo. La tarde finalizará con la entrega de trofeos a las vaquillas infantiles y un pregón a las 19:00 horas en la Plaza del Pueblo a cargo de las Vaquillas Embalá y Gallarda en su 25º Aniversario. Tras la lectura, las Vaquillas de adultos recogerán los trofeos conmemorativos de la edición.
Esperamos que, como cada año, la Plaza y las calles de Colmenar Viejo se llenen de gente para arropar esta tradicional fiesta, una de las citas claves del calendario del municipio. Para facilitar que cualquier asistente pueda disfrutar del festejo, habilitamos un graderío para que puedan tomar asiento más de medio millar de personas”, ha declarado la concejal de Festejos, Lara Rodríguez Aparicio.
El ritual terminará cuando las Vaquillas participantes se trasladarán a sus respectivos locales para dar muerte a su Vaquilla, excepto Limonera II, que sacrificará a la suya a las 20:00 horas en el Pósito Municipal, donde se repartirán rosquillas y sangría para los vecinos y visitantes.
EL ORIGEN DE LA FESTIVIDAD
Los orígenes de esta fiesta se remontan a la Antigua Roma, ya que los jóvenes romanos por Carnaval se disfrazaban con pieles de animales y cuernos y corrían detrás de la mujeres. Según la tradición de Colmenar Viejo, las familias de los vaquilleros se reúnen previamente para vestir a La Vaquilla: un armazón de madera con varias costillas, palos forrados en los que se cuelgan pañuelos, y en cuya parte frontal se colocan dos cuernos.
Cada vaquilla parte de una ubicación diferente hasta llegar a la Plaza del Pueblo, en donde se muestra la belleza de cada una y se realiza un peculiar baile que simula embestidas a los vaquilleros. Tras la exhibición, cada Vaquilla vuelve a su lugar de salida y allí se simula su muerte con tres tiros al aire y sangría.
Según ha informado el Ayuntamiento, el tiempo que transcurrirá entre una vaquilla y otra se ampliará para dar paso a la entrega del trofeo conmemorativo de la edición de manera individualizada en este primer paso por la Plaza. El regreso de esta tradicional fiesta estará marcado por la crisis sanitaria, por lo que se controlará el aforo y se evitarán aglomeraciones para preservar la seguridad de todos los asistentes.