El Defensor del Pueblo, Francisco Fernández Marugán, ha iniciado una actuación de oficio tras conocer que el pasado domingo el Teatro Real tuvo que suspender la representación de ‘Un ballo in maschera’, ópera de Verdi con la que el coliseo madrileño había inaugurado la temporada, por las protestas del público que denunciaban la falta de distancia social entre las localidades de la sala.
Según la denuncia de algunos espectadores, en algunas plantas del teatro que se situarían mayoritariamente en los pisos superiores y, en menor medida, en el patio de butacas había hasta 15 asientos seguidos ocupados por personas que no acudían juntas a la ópera.
Fernández Marugán se ha dirigido al director general de la Fundación del Teatro Real para recabar información precisa sobre lo ocurrido y conocer las previsiones y medidas que se prevé adoptar para las sucesivas representaciones programadas, “a fin de garantizar la seguridad de todos los asistentes y participantes en las mismas y el cumplimiento de las medidas sanitarias acordadas frente a la pandemia”.
El presidente del Teatro Real, Gregorio Marañón, ya reiteró el pasado lunes que el Coliseo madrileño cumplió con las medidas de seguridad sanitarias en la función que se tuvo que suspender por quejas de parte del público, aunque avanzó que tratará de ser “sensible” respecto a quienes tengan “sensaciones subjetivas” de inseguridad por la pandemia de coronavirus.
“Habrá que echarle imaginación y esfuerzo en próximas funciones, no solo para cumplir medidas sino para empatizar con los que sienten prevención por el virus. A ver si conseguimos infundirles tranquilidad”, explicó en una rueda de prensa.
La próxima función de ‘Un ballo in maschera’ será el miércoles 23 de septiembre y desde el Real se asegura que aún no se han tomado ninguna medida distinta, aunque se están estudiando. No obstante, han recordado que el aforo de la función suspendida –un 51%– cumplía con las medidas, así como la distancia entre espectadores.
“No sé a qué normas se refieren los que dicen que las hemos incumplido. Las normas de distancia para los teatros son las mismas que en aviones y trenes, no hay normas de separación. Y no es comprensible que un viajero pudiera pedir que le separen”, afirmó Marañón.