Según las estimaciones del Ejecutivo de Cristina Cifuentes, en la comunidad hay unas 20.000 viviendas que se comercializan como alquiler turístico, y de ellas unas 300 en el entorno de Boadilla del Monte, la comunidad de Madrid considera que más del 80% son ilegales por no estar registradas.
Gobierno regional está trabajando en una nueva regulación, en la que quiere dar más peso a la decisión de cada municipio en su faceta reguladora y a las comunidades de vecinos para que puedan prohibir que en sus edificios o urbanizaciones de chalets haya pisos turísticos incluyendo ese veto en los estatutos de la comunidad.
Según estudios realizados por un reconocido portal inmobiliario, “la rentabilidad si se comercializa una vivienda en una plataforma como Airbnb es casi cuatro veces mayor a si se alquila a largo término”, o lo que es lo mismo, si compramos una vivienda enfocada al alquiler, podremos recuperar la inversión en poco más de 8 años, frente a los cerca de 30 años que tardaremos con un alquiler tradicional.
El problema radica que nadie regala duros a pesetas, aunque las rentas son superiores, hay que asumir las comisiones de las plataformas (entre un 3% de Airbnb y un 17% en Booking) y el trabajo específico que genera un alquiler que en muchas ocasiones es solo para un par de días, y al final hay que invertir para mantener el anuncio visible en la parte alta de la plataforma, hacer seguimiento para aumentar la reputación, etc…
Los profesionales lo tienen claro “es un proyecto de futuro muy interesante para pequeños inversores que desean trabajar con una o dos propiedades, pasar de esta cantidad de viviendas te empieza a generar otro tipos de gastos fijos que a la larga impiden que sea rentable el proyecto” añaden “a esto hay que sumar la presión de los gobiernos regionales y locales, que con un cambio de normativa pueden provocar que lo que era un negocio rentable para una pequeña familia, se convierta en un quebradero de cabeza” y concluyen “desde el año pasado el Gobierno de la Comunidad de Madrid trabaja en una nueva regulación del sector del alquiler vacacional, y puede ocurrir cualquier cosa”
A todos estos comentarios hay que añadir si Boadilla del Monte, es un municipio donde los turistas se quieran alojar, algo que no está tan claro.
