Hace 50 años que el auténtico garbanzo de cocido dejó de cultivarse en la Comunidad de Madrid, pero desde hace unos pocos meses se ha vuelto a plantar la variedad autóctona de esta legumbre, y desde septiembre ya se está comercializando, en lo que se esperan que sean los primeros 50.000 kilos en los que también participan los agricultores de Boadilla del Monte.
En los años sesenta se dejó de plantar esta variedad, el garbanzo con el que se realizaban los mejores cocidos en los restaurantes de Madrid pasó a traerse de otras zonas de españa e incluso de otros países.
La vuelta a los mercados de esta variedad es una noticia importante para el sector ya que el cocido madrileño no se preparaba con garbanzos autóctonos desde la década de los sesenta. Gracias al trabajo realizado por el Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrícola y Alimentario (Imidra) que empezó en 1990 a conservar los diferentes tipos de garbanzos congelando las semillas, los agricultores han podido volver a plantar estas apreciadas semillas.
El garbanzo agradece los suelos con una correcta acidez, algo que abunda en esta zona oeste de la Comunidad de Madrid, y que permite disfrutar esa textura mantecosa, y una piel agradecida para cualquier plato, lo que permite que sea reconocido como un producto de excelente calidad.
La Garbancera Madrileña’ está integrada por los agricultores y Ayuntamientos deBoadilla del Monte, Brunete, Navalcarnero, Sevilla la Nueva, Villaviciosa de Odón, Villanueva de Perales, Villamantilla, Villamanta, Quijorna, Villanueva de la Cañada, Villanueva del Pardillo, Valdemorillo y Colmenar del Arroyo.
Este garbanzo de Boadilla del Monte se podrá comprar en los supermercados de la cadena Ahorramás, que tiene una delegación en la Calle de los Mártires, nº 35, además de en las principales tiendas de cada uno de los municipios participantes este ambicioso proyecto.