Hace apenas unos días, José Antonio González, un trabajador de limpieza del Ayuntamiento de Madrid, fallecía a causa de un golpe de calor. Una muerte que pronto se convertía en el centro de la polémica del Consistorio madrileño. Sin embargo, a pesar del ruido político y mediático de esta situación, las condiciones de estos trabajadores no parecen mejorar. Algo que han criticado desde los sindicatos, que han dejado en evidencia las “soluciones” previstas en los nuevos protocolos, completamente insuficientes.
Madrid, al igual que gran parte del territorio nacional durante este mes de julio, está viviendo una terrible ola de calor. Altas temperaturas que provocan que estar por las calles de la capital a ciertas horas del día no sólo sea casi una “tortura”, sino también peligroso. Algo que no pueden evitar, sin embargo, los trabajadores públicos de limpieza de las calles madrileñas. Y es que las condiciones en las que, en muchas ocasiones, tienen que trabajar estos empleados del Ayuntamiento son insoportables, arriesgando sus propias vidas por cumplir con sus obligaciones.
LAS CONDICIONES LABORALES DE LOS TRABAJADORES DEL AYUNTAMIENTO
Tal y como informan desde sindicatos de estos trabajadores a este diario, lo cierto es que las condiciones en las que los empleados del servicio de limpieza del Ayuntamiento son casi inimaginables. Unas condiciones en las que el desvanecimiento de un trabajador durante una ola de calor parece algo casi inevitable.
Así pues, entre estas condiciones destaca, tal y como han criticado en muchas ocasiones los trabajadores, incluso ante el alcalde del Ayuntamiento de Madrid, José Luis Martínez Almeida, los uniformes de trabajo. Ropa de trabajo que es “de la peor calidad posible, simplemente porque las empresas sólo la ven como un gasto, y al Ayuntamiento sólo le importan los colores y que tenga el escudo”.
Una ropa que está lejos de cumplir con el 100% de algodón que recomienda el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST) para el trabajo en exteriores. Y es que los uniformes de los trabajadores de las calles madrileñas cuenta con un 80% de poliéster. Un material completamente desaconsejado para las altas temperaturas. Más aún, teniendo en cuenta las horas de altas temperaturas contempladas en las jornadas laborales.
Tampoco los vehículos de servicio son de utilidad para estos trabajadores. Y es que, tal y como asegura el Sindicato de Limpiezas, Mantenimiento Urbano y Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid (SILMUMA), en muchas ocasiones, el aire acondicionado de estos vehículos brilla por su ausencia, siendo “más peligrosos que ir por la calle, con temperaturas interiores que pueden llegar a los 50ºC”.
EL “NUEVO PROTOCOLO” GENERA DUDAS ENTRE LOS TRABAJADORES
Condiciones que eran duramente criticadas, y que generaban la polémica dentro de la ciudadanía madrileña, tras el fallecimiento del trabajador del Ayuntamiento debido a un golpe de calor. Situación que ha provocado que sindicatos, empresas adjudicatarias y Ayuntamiento trabajen ahora sin descanso para crear un Protocolo de Seguridad para evitar este riesgo en los trabajadores.
Protocolo, firmado por sindicatos UGT, CCOO y CGT, así como por todo el sector LPV de Madrid que, sin embargo, parece ser “demasiado genérico” para satisfacer las necesidades reales de los trabajadores. Y en especial, aquellos requerimientos que afectan directamente a las temperaturas a soportar por los agentes de limpieza, así como a sus horarios laborales.
“Se obliga a que todos los trabajadores lleven la gorra que se suministra, la cual es 100% poliéster” lamentan fuentes sindicales. Un material que “no transpira y que va a generar mayor calor en la cabeza, lo que es aún más peligroso”. Prevenciones entre las que también se encuentra el “hidratarse” frecuentemente, sin que esto se garantice desde la empresa, o “trabajar en zonas donde haga sombra”; algo casi imposible en zonas como Plaza España.
“Recomendaciones generales” que muchos trabajadores del sector temen que no sean suficientes. Menos aún, durante esta ola de calor. Altas temperaturas que podrían provocar más afectados por golpes de calor, mientras empresas, sindicatos y Ayuntamiento siguen buscando la “solución” que parece que no llegará este verano a Madrid.