Todos los partidos políticos han arrancado esta pasada noche sus campañas electorales con la vista puesta en mejorar los resultados de las generales, pero muchos dirigentes del PSOE además están visitando frecuentemente el hospital de referencia situado muy cerca de Boadilla del Monte.
La salud de Alfredo Pérez Rubalcaba, político socialista desde que el miércoles por la tarde sufriera un infarto cerebral en su casa de Majadahonda, no mejora, es más, ha empeorado según los últimos partes entregados desde el Hospital.
Es el hospital Ramón y Cajal el que usan los políticos de forma recurrente para sus visitas y revisiones periódicas, pero la cercanía de su domicilio al hospital de Puerta de Hierro, aconsejó su traslado a estas instalaciones, y ahora con su último parte médico donde se informaba de “extrema gravedad” se teme lo peor desde la familia socialista, tanto, que hasta el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, adelantó este jueves su vuelta a España “para estar con la familia”, según informó Moncloa.
Durante estos dos últimos días se han acercado a este hospital público referentes políticos del partido socialista, desde los ex presidentes, Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero. También estuvieron presentes el ex ministro de Fomento y ex secretario de Organización del PSOE, José Blanco; el ex titular de Trabajo Valeriano Gómez; el ex diputado Juan Moscoso; el ex ministro y ex Alto Representante para la Política Exterior de la UE, Javier Solana, el ex portavoz en el Congreso Antonio Hernando y ex líder del PSOE madrileño Jaime Lissavetzky.
Quizás fue el que todos vaticinan como el próximo presidente del senado, y el que tendrá la llave para determinar futuras actuaciones en Cataluña, Miquel Iceta, el que dio un claro sentido a la familia socialista, al arrancar su discurso en el parlamento catalán con unas palabras de recuerdo y unas lágrimas que no pudo evitar.