Begoña Villacís ha vuelto a dar un paso al frente ante la crisis de la formación naranja. Nuevo momento de debilidad de Ciudadanos que se produce a menos de un año de las elecciones municipales, con la salida de Ignacio Aguado del proyecto. Sin embargo, los “nervios” parecen haberle jugado una mala pasada a la vicealcaldesa, que se ha centrado en los contratos para Navidad en plena vorágine naranja.
A pesar de los evidentes esfuerzos de los integrantes de la formación, lo cierto es que Ciudadanos se encuentra en un momento de crisis que podría provocar su desaparición por completo. Algo que ya se vivía durante las elecciones autonómicas andaluzas, cuando la formación naranja desaparecía del Parlamento tras el paso de los andaluces por las urnas. Una tendencia que parece mantenerse desde la salida de Albert Rivera del partido naranja.
Crisis del partido que está provocando que, poco a poco, integrantes históricos de la formación estén optando por abandonar el barco. Es el caso de Ignacio Aguado, quien decidía separarse definitivamente del partido esta semana.
BEGOÑA VILLACÍS SALE A DEFENDER A LA FORMACIÓN NARANJA
Así pues, el ya ex integrante naranja aseguraba ante los ciudadanos que su decisión se debía, no a los ideales de Ciudadanos, sino a la “ausencia total de estrategia, el desgaste de la marca, y la falta de un liderazgo capaz de volver a ilusionar a los votantes”.
Duras palabras ante las que, una vez más, ha sido Begoña Villacís la encargada de dar un paso al frente. Así lo ha hecho ante los medios de comunicación, defendiendo la marca naranja pese a las críticas de Ignacio Aguado.
La gente ve que hay muchas opciones políticas y que nosotros nos estamos dedicando a trabajar. Eso al final se premia” ha asegurado Villacís, que ha destacado que Ciudadanos está demostrando ser un partido “decente” y que “sabe gestionar”. “Cada vez que visito los proyectos que hemos hecho, me siento muy orgullosa de todo lo que hemos estado haciendo estos años” ha destacado.
Palabras con las que la vicealcaldesa de Madrid no sólo ha defendido el trabajo de su formación, sino también con las que ha confirmado que ella se mantendrá, al menos de momento, al frente del equipo naranja en Madrid. “Me dejaré la piel” ha agregado.
PREOCUPACIÓN POR LA NAVIDAD EN PLENO AGOSTO
Sin embargo, no ha sido la salida de Ignacio Aguado lo único ante lo que Begoña Villacís ha reaccionado este martes. Y es que la vicealcaldesa de Madrid, en un claro intento de “seguir trabajando” a pesar de la caída de la formación, se ha centrado en lanzar nuevas críticas contra el Gobierno nacional.
Esta vez, centradas en el ahorro energético… y la Navidad en la ciudad de Madrid. Así pues, a pesar de estar en pleno mes de agosto, y con un creciente temor entre los ciudadanos de una brutal crisis económica a partir de septiembre, la líder de los naranjas en Madrid ha mostrado su preocupación por la campaña navideña en la capital.
“Le pido al Gobierno de Sánchez que informe de qué va a pasar en Navidad” ha destacado Begoña Villacís ante los medios de comunicación. Y es que, en el marco del ahorro energético, preocupa la “gestión” sobre los “contratos de la iluminación navideña” de la ciudad de Madrid. Unos contratos que ya comienzan a producirse, y que podrían quedar invalidados debido a la nueva normativa del Ejecutivo nacional.
Una preocupación que no parecen compartir los usuarios de las redes sociales. Ciudadanos de Madrid que han recordado a Begoña Villacís que hay otras cuestiones más urgentes que atender dentro de la capital, dependiendo algunas de ellas directamente de la alcaldesa. “Y nosotros necesitamos saber cuándo cerráis las terrazas, quitáis patinetes, motos y bicis de las aceras, ponéis a funcionar a la policía… y aquí estamos” ha criticado un usuario.
Críticas que, sin duda, ponen de manifiesto la preocupación de los Ciudadanos. No tanto por las luces de Navidad de Begoña Villacís, sino la deriva de la formación naranja que, sin duda, podría acabar afectando a Madrid incluso antes de los próximos comicios municipales, siendo la vicealcaldesa la encargada de seguir defendiendo un barco que, sin duda, parece abocado a hundirse.
