Los vecinos que viven en el centro de Madrid tienen la ventaja de poder llegar a cualquier parte de la capital de una forma rápida y sencilla. El transporte público, la variedad de actividades de ocio, los parques naturales…son algunos de los factores que hacen que aquellos madrileños que viven la periferia envidien a los habitantes de las zonas más céntricas. Pero no todo iban a ser ventajas para los citados vecinos.
Desde hace meses los vecinos del centro de la ciudad llevan combatiendo con un problema grave que les impide descansar y hacer una vida con normalidad: las terrazas de la hostelería. Y es que, a pesar de las diferentes normativas que se han llevado a cabo para que tanto vecinos como dueños de los bares vivan en armonía, el resultado no ha cambiado en absoluto.
Así pues, calles céntricas del distrito de Chamberí, como la calle Ponzano, han visto durante los últimos meses de verano como su zona se llenaba de “vida” a altas horas de la noche. Y es que, la llegada del calor y del fin de las restricciones por el covid-19 hicieron que muchos madrileños y turistas aprovechasen las mesas y sillas de los bares, puestas en las aceras, para disfrutar de un buen rato con amigos y familiares.
UNA NORMATIVA DE TERRAZAS ”FALLIDA” PARA LOS VECINOS
No obstante, lo que para unos era un momento de diversión, para otros era un “suplicio”. Las quejas de los vecinos de los distritos del centro no han cesado durante los últimos meses. Todas ellas se debían a la “plaga” de terrazas que ocupaban las calles de Madrid y que no dejaban a los vecinos descansar.
Por este motivo, el Área de Gobierno de la Vicealcaldía del Ayuntamiento de Madrid, dirigida por Begoña Villacís, llevó a cabo una modificación de la normativa de terrazas, con el fin de conseguir el equilibro entre los horarios de la hostelería y el bienestar de los vecinos.
Sin embargo, este “acuerdo de paz” entre ambas partes no causó el efecto deseado y, aunque el Ayuntamiento retiró un gran número de terrazas que no cumplían con la normativa, el problema ha seguido vigente. Por su parte, el área de Coordinación Territorial del Ayuntamiento de Madrid ha abierto más de 1.500 expedientes sancionadores, disciplinarios y de recuperación del espacio público.
Pero los vecinos de Chamberi no lo ven suficientes puesto que muchos de ellos consideran que no hay suficientes medios para controlar que las terrazas cumplan con lo establecido, siendo de igual modo los principales perjudicados todos aquellos madrileños que residen en la zona de manera habitual.
OBRAS EN LA CALLE PONZANO
Ante esta situación que llevan meses sufriendo, la Asociación de Vecinos “El Organillo” de Chamberí teme que este problema pueda agravarse. Esto se debe a que han comenzado las obras en la calle Ponzano. Por este motivo, desde la asociación vecinal se preguntan si las obras servirán para “seguir apoyando a la hostelería o van a pensar en el descanso vecinal”.
Así pues, el choque entre bares y vecinos sigue existiendo, y los vecinos del barrio madrileño ven en estas nuevas obras la posibilidad de que se amplíe únicamente para el beneficio de los hosteleros. A pesar de ello, las terrazas no es el único problema por el cual se quejan los vecinos de la capital.
Pasear por Madrid cada vez se convierte para más personas en un circuito en el que saltar los obstáculos. Calles peatonales repletas de bicicletas, patines, mesas, sillas y contenedores de basura a rebosar. Así es la realidad de la capital para muchos madrileños, quienes esperan poder descansar con la llegada del otoño en un distrito limpio, tranquilo y seguro.