El 2030 es el año clave, en menos de diez años se espera que se hayan conseguido alcanzar muchos de los objetivos medioambientales que se crearon hace algunos años y que tienen como fin que el mundo sea un poco menos contaminante y que se utilicen energías más limpias.
Esto, no obstante, no es fácil de alcanzar. Por diversas razones, el panorama actual no es muy halagador en cuando a eficiencia energética se refiere y hace falta darse un paseo por las distintas bolsas para ver que las mejores acciones de energías renovables no son tantas como se esperaba.
El miedo a la recesión, gobiernos cambiantes en lugares como Asia y Latinoamérica, la guerra en el continente europeo y la reciente pandemia global hacen que no sea fácil poder ejecutar el Plan Europeo de Energías Renovables en los márgenes fijados.
Turbulencias del mercado actual
Las energías verdes son uno de los mejores sectores para invertir en la actualidad. Las razones son múltiples, pero una de las más significativas es que varios gobiernos apuestan por ellas para poder mejorar la eficiencia energética de sus ciudades y si bien en un primer momento no es fácil, si es posible que en no mucho tiempo se vean ya los primeros resultados.
Muchos expertos afirman que las acciones tecnológicas ya no tienen tanto tirón y que hay que apostar por otros sectores menos masificados y explotados y las energías verdes son uno de ellos.
Las bolsas de todo el mundo se tambalean y los accionistas se preguntan qué hacer con su dinero, ¿dejarlo dónde está? ¿Moverlo hacia nuevos horizontes? Lo ideal es dejarse asesorar por profesionales para tomar la mejor decisión de acuerdo a las características de los inversores, ya que los hay con un perfil más o menos conservador.
Europea cuenta en estos momentos con un panorama muy poco claro: la inflación, los movimientos de los principales bancos del continente, la guerra de Ucrania, el mundo postcovid y el paro son algunos de los factores que hacen que sea complicado atisbar el futuro.
Mientras que algunos expertos afirman que en los próximos meses el panorama no será muy optimista hay quien afirma que solo se prevé ir hacia arriba y que más o menos rápido los únicos pasos que se dan son para adelante.
El Plan Europeo de Energías Renovables
Objetivo 55 es el nombre elegido para el paquete de medidas que la UE ha puesto en marcha para intentar mejorar la salud del planeta. Se espera que la transición ecológica sea un hecho en menos de diez años, y para eso pocos son los esfuerzos.
En el Objetivo 55 se tratan distintos aspectos a mejorar, y se pretende impulsar cada uno de ellos de la mejor manera posible. Entre ellos está: mejorar la eficiencia energética de los edificios, revisión de la fiscalidad de la energía, refuerzo de los objetivos subsectoriales, reducción de emisiones de metano a la atmósfera y revisión del paquete de medidas energético para el gas.
A pesar de que el Objetivo 55 no parece muy ambicioso, lo cierto es que por diversas causas va especialmente lento, y parece que se complica la idea de que para el 2030 estos objetivos se cumplan.
Las acciones en energías renovables siguen estando presentes, son una buena manera de apostar por energías más limpias como la que produce el sol o el viento. Se trata de una transición que se está llevando a cabo, de manera global, por países de distintos continentes.
Apostar por ellas significa estar en consonancia con el ideal de la Unión Europea y de gran parte el planeta. A pesar de hacerlo de una manera lenta, los objetivos se irán consiguiendo poco a poco, pero ir en consonancia con políticas europeas suele ser sinónimo de acierto casi seguro.