La Policía Nacional evitó ayer por la tarde que vecinos del sector VI de la Cañada Real Galiana volvieran a cortar la A-3 en una nueva protesta contra los cortes de luz que llevan sufriendo todo este mes, han informado fuentes policiales.
La concentración, que no contaba con permiso de la Delegación del Gobierno, tuvo lugar poco después de las 17.45 horas de este viernes. Un centenar de personas llegó hasta la rotonda de acceso a Valdemingómez, pero no lograron pasar las vallas de acceso a la autovía porque se lo impidieron los agentes de la Unidad de Intervención Policial. No se produjeron cargas ni hubo heridos ni incidentes.
Los residentes en la zona se quejan de que en estas semanas de protestas no han recibido respuestas ni de las compañías eléctricas ni de las administraciones y han indicado que están dispuestos al diálogo y la negociación y que estarían dispuestos a pagar la luz.
Desde asociaciones sociales que trabajan en la zona han solicitado que “toda la población” tenga información sobre la situación legal y los planes que les afecten y que “puedan ejercer sus derechos y cumplir sus obligaciones”.
En este punto, han recordado que esta cicatriz urbana está compuesta por “diversas nacionalidades, culturas, etnias, religiones, situación legal y niveles económicos” y, además, una parte muy excluida relacionada con la venta de drogas y las infraviviendas.
Una mezcla rica e interesantes, con elementos de solidaridad propia. Pero la falta de información y alegalidad plantea algunos problemas internos de convivencia y de desconfianza interna y con el resto de los ciudadanos del entorno. Esto ha generado un estigma contra sus habitantes que merman su autoconcepto como parte de la sociedad que, unido a circunstancias estructurales como el transporte, crean “barreras enormes en la participación democrática”, apuntan en un comunicado.