Cocido madrileño, chocolate con churros, bocadillo de calamares o patatas bravas son los emblemas de la gastronomía madrileña. ¡Pero hay muchos más platos por descubrir!
A lo largo de la historia, la gastronomía madrileña ha experimentado influencias del resto de las comunidades que la rodean. Más adelante, y gracias al turismo, la ciudad de Madrid se ha convertido en el anfitrión perfecto de cocinas internacionales.
Tienes muchos motivos para disfrutar de la Comunidad de Madrid y, desde ahora, ya has descubierto uno más: su gastronomía, tan plural y diversa como la propia ciudad.
1Ruta del tapeo
Si hay algo que nos representa son las famosas tapas. Perfectas para compartir en una comida o cena informal con amigos, familia o lo que surja. Es una apuesta segura, ¡a todo el mundo le gusta irse de tapeo!
El pincho de tortilla es un clásico. Bar al que vayas, bar que va a tener tortilla de patata. Luego viene el dilema de ‘con cebolla o sin cebolla’, ‘cuajada o poco hecha’. Para gustos los colores. Otro clásico son las patatas bravas. Puedes encontrarlas con una salsa brava inapreciable, que bien podría ser un ketchup malo sin sabor, o todo lo contrario, picando como un demonio.
Pasear por las calles del centro de Madrid es sinónimo de disfrutar de un bocadillo de calamares. Este mítico bocadillo resulta la alternativa perfecta para reponer fuerzas, servir de aperitivo o apañar una cena. No hay madrileño que no le haga los honores a este plato que presume tradición como ningún otro. Los típicos son del bar La Campana, en la Plaza Mayor.
En la ruta de tapeo encontrarás recurrentemente las famosas gambas a la gabardina, rebozadas en masa de harina de trigo y posteriormente fritas. Tampoco pueden faltar las berenjenas de Almagro.
Por último, y no por ello menos importante, los huevos rotos o estrellados. Indispensable en todas las cocinas de la capital. También son típicos los huevos a la madrileña, aunque no están tan presentes como los otros, los cuales llevan chorizo, jamón, guisantes y pimiento morrón.