Un paradigma es un modelo explicativo de algo, es decir, la forma en la que en un momento determinado del tiempo se hacen las cosas “en ese momento” porque, precisamente, el cambio de paradigmas va unido a la sociedad moderna gracias a internet fundamentalmente. La historia de la humanidad ha tenido tres grandes puntos de inflexión desde un punto de vista técnico: La invención de la rueda en Mesopotamia (actual Irak), en el año 3.000 antes de Cristo (siglo arriba, siglo abajo); La revolución industrial que acontece de 1760 a 1840 en Reino Unido y la invención de internet en 1969 en California (USA), haciéndose popular alrededor del 2000. Si se analizan estos tres puntos de inflexión todos tienen como denominador común acortar las distancias físicas e intelectuales del ser humano, siendo el turismo el máximo exponente en la actualidad.
En el caso de internet, es el principio de la gran revolución que se establece en el desarrollo intelectual, social e, incluso, genético, del ser humano. “¿Antes del 2000 dónde comprábamos un billete de avión y ahora dónde NO compramos un billete de avión?” La respuesta es el mismo lugar: una agencia de viajes. El caso de las agencias de viajes online supone la rotura de un paradigma a nivel turístico porque, antaño, proliferaban en las calles de todas las ciudades y ahora, prácticamente, ya no se ven. Y lo llamativo es que parece que han estado ahí en internet toda la vida, pero fue en el año 2000 cuando empezó la primera agencia online. Con el turismo médico estético se va a romper paradigmas porque es necesario, aporta felicidad y es extraordinariamente útil para las personas.
En España se puede ver por todos los condicionantes que se describen a continuación. ¿Cómo se rompen los paradigmas? Se rompen solos si se hace el trabajo. Un paradigma existe para romperlo e internet lo hace a un ritmo extraordinario porque ahí es donde se encuentran las oportunidades para cambiar las cosas hacia mejor.
En el mundo de la medicina estética, y gracias a la rápida evolución de la tecnología, los tratamientos intervencionistas están dando paso a un ritmo muy rápido a aquellos que se realizan con aparatología y postratamientos cortos e indoloros. La inyección de toxina botulínica y el aumento de labios con Ácido Hialurónico son los tratamientos más solicitados por el público y que necesariamente ha de realizar un médico estético. No obstante y como gerentes (médicos o no) de una clínica médico estética, este negocio no debe pivotar alrededor de esos tratamientos porque si son dueños (médicos) de una clínica, se genera un fuerte cuello de botella del que hay que huir para tener una empresa sana y si se es dueño (no médico), obliga a depender de profesionales caros y, sobre todo, muy difíciles de conseguir masivamente, aunque los últimos médicos que salen del máster de medicina estética suelen compaginar un día por semana en una clínica diferente y eso ayuda.
El turismo médico estético que es una parte del turismo de salud tiene un enorme potencial de crecimiento debido con unas actuaciones que generarían extraordinarios resultados. Si siempre se hacen las cosas de la misma forma no se puede pretender que los resultados sean diferentes, así que hay que cambiar la manera de hacer las cosas. Para ello, se pueden plantear algunas consideraciones:
Unir a los dos sectores implicados: espacios médico estéticos, hoteles, touroperadores y medios.
Crear paquetes médico estéticos con características extraordinarias y únicas que combinen grupos de tratamientos novedosos y, sobre todo, efectivos con resultados visibles desde la primera sesión dentro de un rango de precios razonable en función de donde provengan los pacientes, siendo USA el principal objetivo del plan de trabajo. El pasado julio se celebró en California la “Cumbre Latinoamericana del Turismo de Salud” en la que se puso de manifiesto que, de forma creciente, las empresas ofrecen incentivos a sus empleados consistentes en tratamientos médico estéticos o médicos en Latinoamérica. De la misma forma que van allí, no hay razón para que no vengan a España. Simplemente que nadie se lo comunica de la forma adecuada o, simplemente, no se lo comunican.
La “paradoja de los países dominadores en el sector”: hay 6 países que se reparten la mayoría de los tratamientos en turismo de salud y son México, Brasil y Colombia en Latam y Tailandia, Emiratos y Turquía en Asia. En un prestigioso estudio de la revista Lancet indica que los 10 países que lideran la sanidad a nivel mundial no son ninguno de esos 6, siendo Qatar quien ocupa la mejor posición en el ranking en representación de Emiratos. Y aunque España ha pasado del 8º al 19º puesto en dicho ranking, sigue muy por delante en el ranking de los 6 mencionados. Ocupa el 15ª puesto mundial como destino de turistas de salud según el Índice de Turismo de Salud desarrollado por Fetscherin & Stephano.
Los 10 países con mejores sistemas sanitarios son casi todos europeos y los encabeza Islandia y Suecia, seguidos de Holanda, Luxemburgo, Australia, Finlandia, Suiza, Suecia, Italia y Andorra. (The Lancet 2018). En España, este sector, el de la medicina estética es un % de los tratamientos de salud, pero es obvio que la confianza en el sistema sanitario generada en el país destino debería ser un factor a tener en cuenta a la hora de tomar la decisión de poner nuestra integridad física en manos de terceros. La realidad indica que, a día de hoy, eso no importa tanto como cabría pensar y que hay otros condicionantes, aunque si se reflexiona acerca de los 6 países, todos son excelentes destinos turísticos que aprovechan dicho factor atractor para generar negocio con la medicina estética. Por otro lado, los países con mejores sistemas sanitarios del mundo mencionados no son esepecialmente fuertes en turismo, exceptuando Italia, donde de todos es sabido que históricamente han sabido extraer del turista hasta el último euro de sus bolsillos gastando más del doble que cuando vienen a España. Entonces, ¿por qué razón España, que une lo mejor de los dos mundos (turismo y calidad sanitaria), solo facturará 1200M de euros en turismo de salud del total europeo de 147.000M %. Es decir, ¡el 0,8 % de Europa occidental!
Desde Eissei proponen empezar desde abajo trabajando codo con codo con los ayuntamientos y asociaciones de las principales ciudades que aglutinan clínicas médico estéticas y que apuesten por el desarrollo para cerrar acuerdos que permitan acudir con un plan de marketing específico con el fin de comunicar a las entidades turísticas y touroperadores de los países emisores mediante diversas y poderosas acciones que puedan ser líderes por todo lo mencionado hasta ahora. No hay que olvidar los puestos de trabajo que se pueden generar y la aportación del sector a un flaco PIB español.
Por último, y volviendo al principio, esta estrategia se basa en internet, que es el principal generador de opinión y decisiones del mundo. Ya han empezado a trabajar, pronto llamarán a las puertas y explicarán su “Plan Integral de Desarrollo del Turismo médico estético en España”.