Los cementerios urbanos se encuentran en constante cambio y se espera que, en el futuro, sufran modificaciones significativas en cuanto a su diseño y funcionalidad.
Ayudados por la experiencia de la sede madrileña de Interfunerarias, se repasan, a continuación, cuáles son las principales características de los cementerios del futuro, que evolucionan para adaptarse a las necesidades de las ciudades del siglo XXI.
La escasez de suelo, una realidad que provocará un gran cambio
Una de las principales preocupaciones en relación con los cementerios urbanos es la escasez de espacio. Las ciudades están creciendo a un ritmo acelerado, lo que hace que el espacio disponible se reduzca cada vez más.
En este sentido, una de las soluciones más innovadoras que se empiezan a conocer (por ejemplo, en Brasil) es la creación de cementerios verticales, que permitirían aprovechar mejor el espacio disponible en las ciudades. Serían cementerios construidos en edificios altos, con nichos y mausoleos apilados uno encima del otro.
Además, no es extraño que se comience a ver en los cementerios espacios compartidos para entierros, independientemente de la religión de las personas fallecidas. Y es que otra tendencia que resalta son los cementerios inclusivos que, además de hacer posible el ahorro de espacio y recursos, serían útiles para adaptar la práctica funeraria a la actual diversidad cultural de la sociedad.
Fuerte apuesta por lo sostenible
Los cementerios no se quedan atrás en lo que respecta a su preocupación por el planeta. A día de hoy, los cementerios sostenibles son ya una realidad. Los más comprometidos tienen en cuenta diversos aspectos medioambientales, como la gestión de residuos, la energía renovable y la biodiversidad. Utilizan técnicas como la reutilización de agua, la instalación de paneles solares y la creación de jardines biodiversos que fomenten la presencia de fauna y flora autóctonas.
Además, se podrían utilizar técnicas de diseño arquitectónico más actualizadas, como la incorporación de elementos naturales y la creación de estructuras que se integren en el entorno urbano. La creciente conciencia ambiental llevará también a que los cementerios más innovadores ofrezcan la posibilidad de que los restos se transformen en abono para plantas y árboles.
La tecnología se abre paso en el sector
Se espera que los cementerios del futuro sean más tecnológicos. Por ejemplo, fomentando el uso de aplicaciones móviles para localizar las tumbas de los seres queridos y para acceder a información adicional sobre la persona fallecida.
Destaca, especialmente, la creación de espacios interactivos en los cementerios, como museos y salas de exposición, que permitirían a los visitantes conocer la historia y la cultura de la ciudad a través de los enterramientos y monumentos que se encuentran en el camposanto.
Cementerios para los vivos
En el futuro, los cementerios dejarán de verse como espacios únicamente reservados a los muertos. Los tabúes se rompen y la muerte se naturaliza, permitiendo que surjan nuevos usos de estos espacios sagrados: el paseo, la lectura, el jogging, el yoga u otras prácticas deportivas y de ocio son algunos ejemplos.
Sin embargo, esta integración ha de realizarse de modo que no se perturbe el espíritu primario de la necrópolis: el descanso y el respeto a los muertos.
Más posibilidades de personalización
Para terminar, desde la sede de Interfunerarias en Madrid, adelantan también que los cementerios del mañana ofrecerán opciones más personalizadas para honrar a los seres queridos, como la creación de monumentos y nichos diseñados ad hoc que reflejen los intereses y la personalidad del fallecido.