En los pueblos se vota al candidato, no a las siglas. Y esto ha quedado latente en Collado Mediano, un pequeño pueblo de la sierra madrileña que ha desentonado en la dinámica electoral general. Vox ha votado contra el Partido Popular tras largas negociaciones entre Jorge Martín e Irene Zamora, candidata del PP. Quien gobierna es una formación independiente, Vive Collado, que nació motivada por sacar a la entonces alcaldesa de la administración.
Y lo hace con el apoyo de otra formación independiente, Vecinos por Collado, y el de Vox y el PSOE (este último no tomará parte en el Ayuntamiento). Es ahora el partido de Santiago Abascal el que está en el centro de todas las miradas, pero lo cierto es que el sentir general tanto de los trabajadores municipales como de buena parte del pueblo es que Vox ha hecho un ejercicio de responsabilidad y de lealtad.
Hubo acusaciones y momentos tensos en el pleno de investidura. Los concejales de Vox fueron recibidos de buena gana por la mayor parte de los trabajadores municipales mientras otros votantes del PP criticaban su actitud. Lo cierto es que el problema desde el minuto uno fue la candidata, Irene Zamora, algo que Vox estuvo incluso dispuesto a dejar a un lado con tal de que aceptaran términos concretos en las negociaciones, pero no fue así.
Irene Zamora y Jorge Martín ya habían trabajado juntos, pero la líder del PP se permitió el lujo de prescindir del apoyo de Vox al encontrar un tránsfuga y una “amiga” que fue líder de Izquierda Unida que dio continuidad a su gobierno.
Este pasado ha estado muy presente en estas negociaciones y ha derivado en la elección de María de la Sierra Serrano como alcaldesa del municipio. Vive Collado cogobernará con Vox y con Vecinos por Collado. El PSOE ha apoyado esta candidatura por “responsabilidad” y porque consideraban que era mejor esta alternativa a la continuidad de Irene Zamora. Sin embargo, los más señalados por este giro han sido Jorge Martín y Antonio García, los dos concejales obtenidos por Vox y víctimas de la dinámica de la política nacional.
Vox ha apoyado la alternativa por responsabilidad y por convicciones personales motivadas por el conocimiento del pueblo aún a riesgo de que puedan ser expulsados del partido. Hay muchos trabajadores municipales que no comulgan con el trato y la política de Irene Zamora que han recibido con los brazos abiertos la decisión de Vox, empezando por la propia policía municipal de Collado Mediano, quienes habían roto sus relaciones con la alcaldesa por el trato recibido.
Pero sobre todo, y pese a los gritos en el pleno de “traidores”, Jorge Martín y Antonio García han tomado la decisión por el bien del pueblo. Pese a que las dinámicas nacionales empujan a Vox a pactar con el PP para no dejar malentendidos por el camino, en Collado Mediano se ha impuesto la preocupación municipal antes que la política. Y ahora muchos lo celebran, tal y como se ha podido ver tras los aplausos del pleno de investidura.
EL ERROR DE ALFONSO SERRANO
Pero si hay un culpable de esta realidad no es ni Vox, ni los independientes ni por supuesto la lista que presentó el PP, sino el secretario general del Partido Popular de Madrid, Alfonso Serrano. Fuentes del PP aseguran que mantener a Irene Zamora fue empeño personal de Serrano pese a que era consciente de los problemas y fricciones políticas que generaba este perfil tras su legislatura.
Han sido muchos los roces que han erosionado la figura de Zamora hasta el extremo de que ha sido el principal escollo en las negociaciones. Serrano lo sabía pero no quiso ponerse a explorar nuevas opciones. Se empeñó en Zamora y pese a que se benefició de la oleada de votos de Isabel Díaz Ayuso, toda la oposición se ha puesto en contra de que Irene Zamora repitiese como alcaldesa del municipio.
Las advertencias sobre la realidad de Collado Mediano se dejaron notar. Desde el PP de Madrid insisten en que Zamora “mejoró los resultados” anteriores. Sin embargo, Vive Collado, quien ahora gobierna el municipio, irrumpió de la nada con tres concejales cuando parte de la motivación de su nacimiento político era el de acabar con el mandato de Zamora.
El pueblo es pequeño y no se buscan responsabilidades, pero desde buena parte de los partidos saben que el fallo de Serrano tuvo que ver con no escuchar la realidad política del pueblo. Ahora el propio secretario general del PP de Madrid se ha permitido el lujo de acusar a Vox de no apoyar a su partido. Pero lo cierto es que Alfonso Serrano siempre fue consciente de que cualquier alternativa a Irene Zamora hubiera facilitado mucho una realidad política distinta.
