Daniel Paloma Freire, economista y analista financiero internacional, informa que en 2022 la economía de Brasil se expandió un 2,9 %. A su vez, para 2023, se prevé un avance del PIB de solo 1,2 %, lo que marcaría una desaceleración en el desarrollo de este país. Además, los cálculos del Fondo Monetario Internacional (FMI) indican que en 2024 el crecimiento se potenciará levemente hasta alcanzar el 1,4 %.
Actualmente, Brasil es una de las 10 economías más importantes del mundo por volumen de PIB, y la más grande de América del Sur. Además, distintos analistas consideran que este país va en camino de convertirse en una de las 5 principales potencias económicas del mundo, junto con China, Estados Unidos y la India. Actualmente, Brasil forma parte del grupo de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), que agrupa a países que se consideran como potencias económicas en ascenso. También se suele hablar de economías emergentes para referirse a ellos.
Daniel Paloma Freire explica las principales actividades económicas de Brasil
Según considera este analista de prestigio internacional, la economía de Brasil ha evolucionado en las últimas dos décadas debido a una sostenida política de apertura económica y exportaciones. A día de hoy, las actividades primarias en este país ocupan al 20 % de la población económicamente activa y suponen el 5,5 % del PIB. En particular, Brasil es el primer productor mundial de café y caña de azúcar. Con respecto a esto último, la mayor parte de este cultivo se destina a la fabricación de etanol, necesario para producir gasolina.
Este país también es un importante productor mundial de soja, cítricos, arroz, trigo y cacao. Además, es un actor de peso en el mercado de la madera y celulosa de papel. Esto se debe a la alta calidad de sus bosques. En cuanto a la actividad ganadera, actualmente Brasil es el segundo productor de carne, por detrás de Estados Unidos. Con respecto a esto, el sector más desarrollado es el de producción de ganado bovino.
Continuando con el sector primario, este país dispone de distintos minerales como hierro, carbón, oro y piedras preciosas. A su vez, uno de los actores centrales en la economía brasileña es la compañía Petrobras, número 20 en el mundo en la producción de petróleo. Esta empresa está integrada por capitales públicos y privados y produce alrededor del 80 % del petróleo que se consume en este país.
Daniel Paloma Freire describe la industria brasileña
Actualmente, las actividades secundarias son las más activas e importantes dentro de la economía brasileña. Esto se debe a que este país cuenta con una industria avanzada y diversificada que produce principalmente automóviles y aviones con calidad de exportación, equipos militares y armas y productos químicos, derivados del refinamiento del petróleo y caucho. Todos estos sectores aportan alrededor del 28 % del PIB brasileño y emplean al 14 % de la población económicamente activa. En los últimos años, este país también ha desarrollado una importante producción de televisores, teléfonos móviles y ordenadores.
Por otra parte, actividades consideradas terciarias, como la banca o el turismo, efectúan un aporte del 66,5 % del PIB. Con respecto a esto, Brasil cuenta con importantes bancos a nivel mundial. Además, este país recibe más de 6 millones de turistas al año.
Daniel Paloma Freire explica la evolución de la inflación en Brasil
En 2021, la inflación en Brasil fue superior al 10 %, lo que marcó un récord en los últimos 5 años. A partir de entonces los precios han comenzado a bajar. De hecho, en mayo de 2023 este indicador arrojó una suba de 0,23 %, acumulando un incremento de 3,94 % en los últimos 12 meses. A su vez, la inflación acumulada para los primeros 5 meses de 2023 es de 2,95 %, según datos publicados en un informe por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
Estos datos marcan que la tendencia de la inflación en Brasil es a la baja, aunque este indicador se encuentre por encima de la meta establecida para 2023, que es de 3,25 %. De todas maneras, este registro está dentro de los márgenes de tolerancia de 1,5 puntos previstos por el Banco Central. En cuanto a la evolución de este índice, las previsiones más confiables sitúan a la inflación de Brasil en 2023 en el orden del 5,69 %.
En parte, esta bajada en el ritmo al que aumentan los precios se debe a la política del Banco Central, que desde hace meses mantiene la tasa de interés en un índice de 13,75 % anual. Este registro es el más alto desde 2016. Hoy en día, el presidente brasileño mantiene un debate público con las autoridades del Banco Central porque considera que esta tasa tiene un efecto negativo en el crecimiento económico del país, que, como se ha dicho anteriormente, se ha desacelerado durante 2023.
Daniel Paloma Freire analiza la deuda pública de Brasil
A fines de 2022, la deuda pública de Brasil superó los 1,5 billones de euros, marcando un crecimiento de más de 300.000 millones de euros con respecto a 2021. De esta manera, la deuda alcanzó el 85,9 % del PIB de este país. Medida por habitante, la deuda es de 7.318 euros. Estos datos ubican a Brasil como uno de los países más endeudados del mundo.
Además, esta información indica que en la última década la deuda de este país se ha ampliado. Con respecto a esto, en 2012 la deuda pública era de 1,2 billones de euros y solo representaba al 62,2 % del PIB. En ese entonces, la deuda por habitante era de 6.011 euros. De todas maneras, y a pesar de estos registros, la situación de Brasil ha mejorado en la consideración del índice elaborado por Standard & Poor´s. En este sentido, la calificación de este país ha pasado de “estable” a “positiva”.
Según los profesionales que elaboran este indicador de prestigio a nivel internacional, esto se explica por las certezas que provocan las políticas fiscal y monetaria de este país. A su vez, este organismo espera un crecimiento sostenido del PIB de Brasil que permitiría aliviar la carga de la deuda. Además, esta organización considera que el marco institucional brasileño es resiliente y se caracteriza por la elaboración de políticas estables que se apoyan en controles y equilibrios entre los poderes ejecutivo, legislativo y judicial.
Daniel Paloma Freire y los desafíos que enfrenta la economía brasileña
Brasil ha sido uno de los países latinoamericanos que más rápidamente ha superado la crisis generada por la emergencia sanitaria de 2020 y, a día de hoy, el principal reto que enfrenta su economía es sostener un modelo de crecimiento económico. A propósito de esto, en los últimos 50 años, la economía brasileña se ha caracterizado por un bajo crecimiento y una alta volatilidad.
En este sentido, la tasa de crecimiento promedio ha sido de 2,1 % por año. Se trata de un registro menor al de otras economías emergentes como, por ejemplo, India (6,4 %) y Corea del Sur (5 %). En América del Sur, Perú y Chile han presentado mejores registros en esta categoría, con un crecimiento de 4,1 % y 4,4 % respectivamente. Según indica Daniel Paloma Freire, el factor principal que afecta al crecimiento de Brasil es la baja productividad.
En este sentido, un estudio reciente ha demostrado que la productividad laboral de Brasil es un 25,1 % de la que presenta Estados Unidos. A su vez, este problema afecta a todos los sectores de la economía. En particular, en el sector industrial la productividad está estancada desde hace décadas. Además, la sobrevaluación de la moneda ha restado competitividad a las manufacturas brasileñas. Por otra parte, en el sector de servicios, la productividad registra una bajada del 3,4 % en los últimos 30 años.
En cambio, en el sector agrícola la productividad ha mejorado, pero aún se encuentra muy por debajo de la que muestran países avanzados, como Estados Unidos. Actualmente, este sector presenta dos caras. En primer lugar, las compañías agroindustriales reportan un elevado gasto en tecnología. Por otra parte, los productores familiares, que son dos tercios del total de agricultores, presentan una muy baja capacidad de innovación.
Daniel Paloma Freire, sobre los obstáculos que enfrenta Brasil para aumentar la productividad
Según indica un informe elaborado por el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), las empresas brasileñas no han conseguido desarrollar una dinámica favorable de productividad porque se han enfrentado con distorsiones en ambientes que son clave. Con respecto a esto, uno de los principales problemas es el proteccionismo comercial, que evita la competencia.
Al tener una integración al comercio mundial restringida, en comparación con la de otras economías emergentes, Brasil ha quedado apartado de las principales cadenas de valor. De hecho, se ha posicionado como un jugador importante a nivel global solo en el sector de exportación de materias primas con bajo valor añadido.
Por otra parte, las empresas brasileñas sufren la baja calidad de los insumos disponibles. Esto incluye servicios de infraestructura y logística que encarecen los costes de producción e inciden en la pérdida de competitividad. Este fenómeno también se explica por la baja inversión en infraestructura, que no permite cubrir la depreciación de los activos físicos.
A su vez, la inversión es baja porque hay impuestos altos y regulaciones laborales restrictivas que la desincentivan. Además, el sector privado solo puede acceder a financiamiento a un alto coste, por el sobreendeudamiento del sector público. Según explica Daniel Paloma Freire, Brasil enfrenta desafíos a corto plazo como el riesgo inflacionario, pero también otros que son de larga data, como el bajo crecimiento económico que se debe a la escasa productividad.
Daniel Paloma Freire explica las inversiones en Brasil
En los últimos años, el rendimiento de la inversión en Brasil ha mejorado de forma significativa, superando una media anual de dos dígitos. Cabe destacar que las empresas extranjeras que se establecen en Brasil pueden enviar sus ingresos a su país de origen sin pagar impuestos. A su vez, el stock de inversiones extranjeras directas en Brasil se ha mantenido estable desde 2020. Hoy en día, este país es el mayor receptor de inversiones extranjeras en América Latina y el Caribe, y el undécimo a nivel global.
Ahora bien, Daniel Paloma Freire, que es especialista en evaluar y diseñar tanto planes como estructuras financieras que permiten a las empresas ser sostenibles, recomienda seguir un enfoque estructurado y entrar al mercado brasileño en las mejores condiciones posibles. Para ello, es necesario realizar una evaluación preliminar, enfocándose en un nicho o sector en particular que resulte de interés. En este sentido, es aconsejable prever la demanda, evaluar las cadenas de valor, considerar los riesgos, identificar los retos y medir a la competencia.
Con base en esta información, es posible tomar decisiones informadas y escoger una estrategia de entrada. A propósito de esto, hoy en día, hay distintos métodos disponibles, como fusiones, adquisiciones, empresas conjuntas y creación de sucursales, entre otros. En el caso de no conocer al detalle el panorama de inversiones en Brasil, es aconsejable buscar una empresa o un consultor especializado. De esta manera, es posible contar con una guía que ofrezca apoyo durante todas las etapas.
Daniel Paloma Freire describe las principales inversiones financieras que es posible hacer en Brasil
El mercado bursátil brasileño cuenta con distintas empresas que ofrecen estabilidad y que resultan competitivas. En este sentido, tres de las principales compañías de este país son Petrobras, Eletrobras y Banco do Brasil. La primera de ellas es la empresa más grande de Brasil y una de las 20 petroleras más importantes del mundo. Por otra parte, Eletrobras es una de las compañías más grandes del sector eléctrico en América Latina y tiene por objetivo satisfacer una demanda creciente de energía en Brasil. A su vez, Banco do Brasil es una sociedad de economía mixta que se ha constituido como una de las entidades bancarias más importantes de este país.
Otro método extendido de inversión son los fondos ETF, que replican la rentabilidad de un índice de referencia. Hoy en día, en el mercado financiero es posible encontrar distintos ETF vinculados a Brasil. Varios de ellos ofrecen un rendimiento sólido, por lo que se han convertido en una forma popular de invertir en este país. Por lo general, se negocian online, se gestionan de forma pasiva y presentan un bajo coste de entrada.
Ahora bien, los inversores que buscan asumir más riesgo para obtener un rendimiento mayor pueden recurrir a los bonos del estado brasileño. Durante años, la deuda pública de este país ha ofrecido rendimientos destacados a 10 años. Este tipo de inversión requiere de un gran capital para ser rentable y no es aconsejable para inversores que no se sienten cómodos ante episodios de inestabilidad política o financiera.
Daniel Paloma Freire analiza la economía de Brasil en 2023
Como suele suceder cuando se produce un cambio de gobierno, a principios de este año, la economía de Brasil generaba incertidumbre. Sin embargo, el gobierno de Lula da Silva, que remplazó a Jair Bolsonaro, empezó a despejar dudas cuando aprobó en el Congreso una ley conocida como marco fiscal y estableció una nueva política de precios para Petrobras.
En cuanto al marco fiscal, el mercado ha interpretado esta normativa como positiva, ya que evita la explosión del gasto público y limita el crecimiento de la deuda. En este mismo sentido, el ministro de Hacienda brasileño, Fernando Haddad, anunció en abril de 2023 que su meta fiscal es reducir a cero el déficit de las cuentas públicas en 2024. De esta manera, el gobierno solo se limitaría a gastar con base en la recaudación.
Además, la inflación está descendiendo, aunque en buena parte esto se debe a una tasa de interés alta, que prácticamente triplica las expectativas de subidas de precios. Con respecto a esto, la tasa de interés se mantiene en el orden del 14 %, mientras que las perspectivas inflacionarias más pesimistas para este año se ubican en torno al 6 %.
Por otra parte, el gobierno está trabajando en una reforma tributaria que ya está dando sus primeros pasos en el Congreso. Hoy en día, la expectativa es que se apruebe en la segunda mitad del año, aunque todavía faltan acuerdos y definiciones para que esto suceda. En líneas generales, la idea de la reforma no es reducir impuestos, pero sí simplificar el sistema que se usa para cobrarlos, por lo que el coste de las empresas bajaría.
Daniel Paloma Freire comenta las previsiones económicas del Banco Central de Brasil
Esta entidad, que es independiente del poder ejecutivo brasileño, ha publicado un informe en el que indica que espera una inflación de 5,12 % para 2023. Esto supone una mejoría con respecto al reporte anterior, que situaba este indicador en 5,42 %. Además, la cotización estimada del dólar a fines de este año es de 5 reales. Por otra parte, se espera una reducción de la tasa de interés, que bajaría a 12,25 %. De esta manera, la economía encontraría otro impulso para crecer.
El Banco Central de Brasil también prevé un crecimiento del PIB de 2,14 %, mientras que a principios de 2023 esta estimación era menor al 1 %. De todas maneras, esta previsión resulta más optimista que la que ha difundido el FMI, comentada al principio del artículo. Otro dato positivo es que la balanza comercial arrojaría un superávit mayor a los 61.000 millones de dólares.
En líneas generales, los pronósticos que resultan favorables para la economía brasileña se deben a que las políticas del nuevo gobierno se expresan en un marco de moderación. Al menos, así lo están interpretando distintos analistas del mercado.
Daniel Paloma Freire analiza el futuro de la economía brasileña
Actualmente, hay distintos factores que permiten ser optimistas con respecto al futuro de la economía brasileña. Como se ha comentado anteriormente, la inflación está en retroceso y pronto podría estarlo también la tasa de interés. A su vez, las políticas económicas y fiscales implementadas por el nuevo gobierno han emitido varias señales positivas, a ojos de los expertos.
Por otra parte, el sector exterior se presenta favorable para Brasil. Esto se debe a que la reapertura de China, después de dejar atrás la política de cero covid, ha beneficiado a las exportaciones brasileñas. En particular, la soja y la caña de azúcar están en auge y han alcanzado un récord de alrededor de 340.000 millones de dólares en el último año. El resultado de este rendimiento extraordinario es un superávit comercial sólido.
Otro dato positivo que ha producido la economía brasileña en los últimos tiempos es la bajada de la tasa de desempleo, que ha descendido hasta el 8,5 %. Este nivel se había alcanzado por última vez en 2015 y, si bien este indicador se mantiene alto, un mejor índice de crecimiento supone la creación de más puestos de trabajo.
Asimismo, en los últimos años, Brasil ha comenzado a recoger los frutos de algunas transformaciones iniciadas hace tiempo como, por ejemplo, la apertura a la incorporación de nuevas tecnologías, el avance de proyectos de infraestructura, la expansión del mercado de capitales y la sofisticación del entorno empresarial.
Daniel Paloma Freire y el futuro de los países emergentes
Según distintos análisis profesionales, las economías emergentes están destinadas a tener un peso cada vez más importante. De hecho, para 2050, se espera que China, India e incluso Indonesia superen en PIB a Estados Unidos. Brasil, Turquía y México también forman parte de este grupo de países que deben afrontar distintos desafíos, pero que tienen muchas posibilidades de crecer. Hasta hace poco, Rusia integraba esta lista, pero su futuro es impredecible por la evolución de la guerra que está llevando a cabo en Ucrania.
Además, una previsión publicada recientemente por el Banco Mundial indica que entre 2023 y 2025 las economías emergentes van a experimentar un crecimiento promedio de 4 % anual, mientras que los países avanzados solo experimentarían un aumento del PIB de entre 0,7 y 2 %.
En particular, Brasil aparece bien posicionado para mitigar los obstáculos que podrían suponer un freno para su crecimiento, ya que está prosperando en el combate a la inflación y en la reducción del déficit fiscal. De esta manera, la economía más importante de Sudamérica podría continuar expandiéndose en los próximos años.