En un incidente que ha dejado a los usuarios del Consorcio de Transportes de Madrid con el corazón en la mano, un valiente pasajero se vio obligado a tomar el volante para evitar una tragedia en pleno trayecto Moncloa-Majadahonda. El episodio, ocurrido alrededor de las 19:15 de este lunes, ha generado preocupación y una demanda de acción por parte de los afectados hacia la EMT y el Consorcio de Transportes.
Todo comenzó cuando un coche averiado quedó varado en medio del carril VAO en el trayecto mencionado. La situación ya era lo suficientemente peligrosa, pero lo que agravó la escena fue la reacción del conductor del autobús número 651, que, según los pasajeros afectados, transitaba a una velocidad alarmante y no mostraba indicios de percatarse del obstáculo en su camino.
En medio del caos y la ansiedad que se apoderaron de los pasajeros, la tragedia parecía inminente. Sin embargo, en un acto heroico, uno de los pasajeros se levantó de su asiento y tomó una decisión que cambiaría el destino de todos a bordo: girar el volante en el último momento para evitar la colisión con el coche averiado. Los pasajeros, abrumados por la tensión y el alivio, comenzaron a aplaudir y agradecer al valiente individuo, conscientes de que su acción había sido lo que evitó una catástrofe segura.
El conductor del autobús, en tanto, mantuvo un perturbador silencio durante todo el episodio. No fue sino hasta 20 minutos después, cuando ya había llegado a Majadahonda, que decidió pronunciarse sobre la situación y comunicar a la centralita del Consorcio Regional de Transportes que se encontraba un coche averiado en el carril VAO para que lo tuviesen en cuenta próximos conductores. Esta falta de reacción y comunicación inmediata ha dejado perplejos y enfurecidos a los afectados, quienes consideran que la seguridad de los pasajeros debería ser la prioridad absoluta de cualquier conductor de transporte público.
LOS AFECTADOS PIDEN RESPUESTAS
Los testigos presenciales de este dramático suceso relatan sus experiencias con temor y asombro. Carmen Villarrubia, una de las pasajeras a bordo del autobús, compartió sus impresiones: “Fue una pesadilla. El coche averiado estaba justo en frente de nosotros, y el conductor del autobús no parecía darse cuenta. Los gritos y la ansiedad eran insoportables. Fue increíble que uno de los pasajeros tomara el control y evitara lo peor“.
De momento, la respuesta oficial del Consorcio de Transportes se está haciendo esperar, ya que, de momento no han declarado absolutamente nada sobre lo sucedido ante la frustración de los pasajeros afectados. Algunos manifestaron que esta falta de comunicación inmediata por parte de la empresa contribuyó aún más a la sensación de abandono en un momento de crisis.
Los afectados esperan que las palabras de la empresa de transporte y se traduzcan en acciones concretas y en una revisión a fondo de los protocolos de seguridad y capacitación de los conductores de estos autobuses. La valentía del pasajero que evitó el choque pudo haber salvado vidas, pero este incidente ha dejado en claro que se necesita una revisión seria de los procedimientos de seguridad en el transporte público de Madrid.
En resumen, lo que comenzó como un viaje de rutina en el autobús número 651 se convirtió en una experiencia aterradora para los pasajeros a bordo. La falta de reacción del conductor ante una situación de peligro inminente y la heroica acción de un pasajero para evitar una colisión han sacudido a la comunidad de usuarios del transporte público en Madrid. Ahora queda por verse si el Consorcio de Transportes tomarán medidas adecuadas para garantizar la seguridad de quienes confían en sus servicios a diario.