En los meses previos a las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo, el Ayuntamiento de Madrid demostró un compromiso inicial con las asociaciones vecinales de los barrios de Montecarmelo y Arroyo Fresno en relación con la reubicación de los cantones de limpieza. Se anunció la intención de buscar consenso con las asociaciones para llevar a cabo este cambio, y estas presentaron propuestas detalladas en forma de planos.
Sin embargo, tras las elecciones, en las cuales el Partido Popular (PP) obtuvo un respaldo significativo en el distrito de Montecarmelo, el Ayuntamiento no ofreció más información ni respuesta sobre este tema. Esto generó preocupación y descontento entre los vecinos y las asociaciones involucradas.
El foco de la controversia radica en el cantón de limpieza ubicado en Montecarmelo, que originalmente se encontraba frente a un centro educativo. Era evidente que esta ubicación necesitaba ser modificada por razones de seguridad y comodidad de los estudiantes, sobre todo, porque a la hora de realizar las labores en este cantón de limpieza se lleva a cabo mucho ruido y se utilizan maquinarias que interrumpe la vida cotidiana y sobre todo, a la hora de dar clases.
Además, el cantón de Arroyo Fresno también fue objeto de atención, ya que, se encontraba frente a la residencia de un concejal del PP. Este último cantón fue trasladado a una nueva ubicación antes que el de Montecarmelo.
La inquietud aumentó cuando se supo que el cantón de Montecarmelo se reubicó frente a un colegio alemán sin previa consulta a la comunidad escolar y solo se informó de la decisión en julio. El Ayuntamiento de Madrid procedió sin responder a las asociaciones vecinales y sin consultar a los afectados. Fernando Mardones, presidente de la asociación vecinal del barrio de Montecarmelo, expresó su frustración, señalando que el Ayuntamiento había actuado a su discreción y a la de todos los vecinos afectados.
EL AYUNTAMIENTO DE MADRID “SE APROVECHA” DE LA ÉPOCA ELECTORAL EN MONTECARMELO
Existen varias razones que sugieren por qué el Ayuntamiento de Madrid dejó de consultar con los vecinos sobre la reubicación de los cantones. En primer lugar, la mayoría obtenida por el PP en las elecciones les otorgó un margen de maniobra mayor, ya que la población podría no protestar en masa debido a esta reciente victoria, y las consecuencias podrían no manifestarse hasta una próxima legislatura.
Además, la aprobación de la reubicación del cantón de Montecarmelo fue respaldada mayoritariamente por simpatizantes del PP, lo que podría interpretarse como un apoyo a las acciones del Ayuntamiento. Esta aprobación refuerza la idea de que el partido en el poder considera que está actuando de acuerdo con la voluntad de sus votantes.
Sin embargo, es importante destacar que no todos los vecinos apoyan las movilizaciones en contra de la ubicación de los cantones. Algunos consideran que la reubicación era necesaria por razones de seguridad y eficiencia en la prestación de servicios de limpieza en el distrito. Esto ha generado divisiones en la comunidad y ha complicado aún más el debate en torno a esta cuestión.
En resumen, la polémica sobre la reubicación de los cantones de limpieza en los barrios de Montecarmelo y Arroyo Fresno ha generado tensiones entre el Ayuntamiento, las asociaciones vecinales y los ciudadanos. La falta de consulta y comunicación por parte de las autoridades ha desencadenado descontento y cuestionamientos sobre la transparencia en la toma de decisiones. A medida que avance el tiempo, será crucial mantener un diálogo abierto y buscar soluciones que satisfagan las necesidades de todos los involucrados en esta controversia.