Desde el 15 de septiembre de 2023, los turismos con clasificación ambiental “A” de propietarios no empadronados en Madrid o que no abonen el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) en la capital no podrán acceder al interior de la M-30 ni circular por dicha vía.
Esta medida representa un cambio significativo en la forma en que se gestiona el tráfico en la ciudad y busca reducir la huella de carbono y mejorar la calidad del aire en una de las zonas más congestionadas de Madrid.
Es importante destacar que el Ayuntamiento de Madrid ha enfrentado desafíos legales relacionados con multas emitidas en la M-30 en el pasado debido a la falta de respuesta a las alegaciones de los multados. Aunque estos casos representan una minoría de las multas emitidas, han puesto de manifiesto la necesidad de una comunicación eficiente y un proceso de apelación claro y accesible para los ciudadanos. En este sentido, ahora habrá más de 200 cámaras encargadas de vigilar el acceso a la M-30.
El control automatizado de vehículos para cumplir con las restricciones de la Madrid ZBE se había estado llevando a cabo desde mayo de 2022 mediante quince dispositivos foto-rojo. A partir de este viernes, el Gobierno municipal activa las 257 cámaras que componen todo el sistema de control de tráfico. Estas cámaras se utilizarán para identificar y registrar los vehículos que ingresan a las zonas prohibidas.
El Ayuntamiento de Madrid ha establecido un periodo de aviso de cuatro meses, que se extiende desde las 00:00 horas del viernes 15 de septiembre hasta las 23:59 del 14 de enero de 2024. Durante este tiempo, el objetivo principal es informar y advertir a los conductores que tienen prohibido el acceso y la circulación en la M-30. Los conductores que ingresen a estas zonas recibirán una carta informativa que les notificará que habrían sido sancionados por infringir la Ordenanza de Movilidad Sostenible.
¿CUÁLES SON LAS POSIBLES SANCIONES DE ESTAS CÁMARAS?
Aquellos titulares de turismos que infrinjan la normativa vigente para la Madrid ZBE durante el periodo de aviso podrían enfrentar consecuencias. Si son detenidos por un agente de la autoridad o captados por los dispositivos de foto-rojo que ya están en funcionamiento, podrían ser sancionados.
Hasta el 20 de marzo de 2022, el acceso no permitido a la Madrid ZBE se consideraba una infracción leve de tráfico, sancionable con 90 euros (o 45 euros si se realizaba un pronto pago). Sin embargo, debido a una modificación legal en marzo de 2022, esta infracción se considera ahora grave de tráfico, con una multa de 200 euros.
Es importante tener en cuenta el calendario de prohibiciones establecido por las autoridades municipales. A partir de este año 2023, los vehículos con etiqueta “A” tienen prohibido el acceso y circulación por las vías públicas urbanas del interior de la M-30 y la propia M-30. A partir del 1 de enero de 2024, esta prohibición se extenderá a los vehículos “A” que no estén domiciliados en Madrid. A partir de 2025, la prohibición de 2024 se aplicará también a los turismos “A” domiciliados en Madrid y que estén dados de alta en el padrón del IVTM del Ayuntamiento de Madrid.
DETALLES DE LAS CÁMARAS
Estas cámaras que ahora pasarán a vigilar el acceso a la M-30 cuentan con un funcionamiento especial por actuación de foto-rojo. Es decir, en cuanto el coche pasa por donde está ubicado el radar, este emite una fotografía que se envía directamente a la DGT para empezar a redactar la sanción o multa.
Por lo que todos aquellos que quieran evitar este tipo de sanciones, deberán tener en cuenta que si no disponen de la etiqueta medioambiental de la Dirección General de Tráfico (DGT) no podrán acceder a laM-30 y, por lo tanto, serán multados.
La activación de las 257 cámaras para controlar el acceso a la M-30 marca un hito en los esfuerzos del Ayuntamiento de Madrid por mejorar la calidad del aire y reducir la contaminación en la ciudad. Sin embargo, este cambio no está exento de desafíos, como se ha evidenciado en el historial de desafíos legales relacionados con multas en la M-30.
La clave para el éxito de estas medidas radica en una comunicación efectiva y un proceso de apelación claro y accesible para los ciudadanos. A medida que las restricciones se vuelven más estrictas en el futuro, la cooperación y la comprensión de todos los involucrados serán fundamentales para lograr los objetivos de movilidad sostenible en Madrid.