El radar de tramo es otra forma de controlar la velocidad de los conductores y que estos no excedan los propios límites de la vía por su seguridad y por la de todos.
Tanto es así que la DGT ha vuelto a explicar el funcionamiento de este tipo de radares, el mismo que se encuentra como el más largo de Madrid.
Además de proponerse evitar las distracciones, y perseguir con mayor ahínco el uso del teléfono móvil conduciendo, la DGT ha trabajado en los últimos años para evitar los excesos de velocidad en todas las vías y, sobre todo, en las carreteras convencionales.
El radar de tramo de la DGT, usado para evitar que solo reduzcamos la velocidad cerca de un radar fijo
De ahí que la mayoría de los radares nuevos se estén instalando fuera de las autovías y autopistas y que el objetivo de la DGT sea precisamente potenciar los radares de tramo y emplear estrategias para evitar que solo reduzcamos la velocidad cerca de un radar fijo.
Se trata así del que es un tipo de dispositivo de reconocimiento de imágenes con un funcionamiento similar a los radares fijos que ya conocemos, que se sitúa siempre en localizaciones concretas y fijas y, por lo tanto, siempre está avisado con la correspondiente señalización en la carretera, y está presente en los listados de radares de la DGT.
La principal diferencia con un radar fijo, que toma la velocidad instantánea de los coches que pasan por el punto en que está instalado, es que realiza dos mediciones y calcula una velocidad media, la velocidad media a la que hemos recorrido un tramo determinado.
En Madrid cubre un trayecto de 3,6 kilómetros
Para ello, cuentan con dos o más cámaras de visión artificial sincronizadas que se sitúan en cada extremo del tramo de carretera.
La primera cámara, con iluminación por láser-leds y que se sitúa al principio del tramo, graba la matrícula y la hora exacta a la que pasan todos los vehículos.
Al final del tramo, hay otro sistema de cámaras, perfectamente sincronizado con el primero mediante cable de fibra óptica o vía satélite, que vuelve a reconocer las matrículas captadas en el primer punto y calcula el tiempo que tardó un vehículo en recorrer el tramo, lo que le dará la velocidad media.
Así, en Madrid un nuevo radar de tramo se ve como un dispositivo multipunto (con seis dispositivos de detección) que el Ayuntamiento ha instalado en las dos direcciones de la calle de Sinesio Delgado, por lo que en realidad controla un recorrido total de 3,6 kilómetros (1,8 km en cada sentido de la circulación).
El objetivo es limitar la velocidad a 50 km/h en un tramo donde los conductores suelen superar ampliamente la velocidad máxima permitida. Esta medida responde, según fuentes municipales, a la demanda vecinal del Distrito de Moncloa-Aravaca, para disminuir la siniestralidad en la vía.
Limitando la velocidad a 50 km/h, será el tercer punto de la capital y las multas irán desde los 100 a los 600 euros
Será el tercer punto de la capital en el que funcionen radares de tramo, tras los ya existentes en la A-5 y en la avenida de Córdoba. Sin embargo, este será el más largo de los tres.
Como ha respondido el propio Ayuntamiento de Madrid, y en sentido Ciudad Universitaria, el nuevo radar de tramo abarca un total de 1.783 metros, desde la glorieta Piedrafita de Cebrero hasta poco antes de la intersección con la avenida de Miraflores.
Mientras, en sentido Castellana, el inicio del radar de tramo se encuentra poco después de la intersección de Sinesio Delgado con la avenida de Miraflores. A partir del 14 de enero, llegarán las primeras multas, que, según la Ley de Seguridad Vial, podrían ir desde los 100 a los 600 euros, acompañados de una pérdida de dos a seis puntos en el carné de conducir.