Antonio Guerrero ha librado durante más de 8 años una batalla silenciosa para mejorar la calidad de vida de las personas más vulnerables, en especial, aquellas familias donde alguno de sus miembros convive con alguna discapacidad.
Guerrero encabeza la Fundación Antonio Guerrero, facilitando herramientas de inclusión para cerrar las brechas sociales existentes y garantizar el acceso a salud, educación, trabajo y espacios de ocio a personas con necesidades especiales.
Es por esto a que a continuación explica algunos de los pormenores y experiencias que ha vivido durante casi una década de trabajo continuo para garantizar la atención temprana en la niñez y la juventud.
Una fundación que apuesta por la atención temprana
Hace 8 años, Antonio Guerrero y su esposa tuvieron un golpe de realidad al darse cuenta de que su nieto era un niño afortunado por contar con terapeutas y profesionales especializados, con quienes aprender todo lo necesario para crecer de forma tranquila y convertirse en un adulto sano y feliz.
Gracias a esta reflexión, Guerrero decidió tomar cartas en el asunto y comenzar un proyecto que sirviera como plataforma de apoyo a todas aquellas personas que necesitan de atención temprana, pero que no cuentan con los recursos necesarios para acceder a un sistema de salud acorde a sus necesidades o las de sus familiares.
Producto de esta iniciativa y gracias a la ayuda de personas de todos los sectores y colores políticos, la Fundación Antonio Guerrero se ha convertido en un referente de atención temprana para niños y niñas que requieren alguna atención especial.
¿Qué políticas públicas para niños con discapacidad existen?
Sin embargo, para Antonio Guerrero es necesario crear mecanismos y políticas públicas que acojan a toda la población, proporcionando soluciones y medidas contundentes que garanticen los derechos de todos cualquier ámbito de la sociedad.
Es por esto que, en paralelo, ha liderado una iniciativa legal para que el Estado Español dicte los lineamientos necesarios para la atención primaria de las infancias en sus primeros años de vida.
Así, gracias a sus acciones y una serie de largas gestiones que han requerido de mucho tiempo, se ha logrado, por ejemplo, la aprobación de la Ley 1/2023 de Atención Temprana, la cual acoge a más de 40.000 niños y niñas de la comunidad que viven con alguna condición especial.
Si bien esto es un avance importantísimo en materia de derechos, todavía es necesario redactar el marco regulatorio para el cumplimiento de la ley, así como los mecanismos de vigilancia y control para que todos y todas tengan acceso a los tratamientos que involucran la atención temprana en la primera infancia. Mientras tanto, Antonio Guerrero espera seguir contribuyendo a la consolidación de un mundo mejor y más equitativo, ofreciendo toda la ayuda necesaria a las personas que desean que ellos mismos o sus hijos puedan vivir en un mundo más equitativo e igualitario.