Los vehículos profesionales con etiqueta B no podrán acceder al centro de Madrid a partir de 1 de enero de 2024. Ahora se manifestarán el 30 de octubre, al mismo tiempo que se debatirá en el Ayuntamiento realizar otra moratoria a los vehículos de transporte para que accedan a la zona de bajas de emisiones del distrito Centro.
Los vehículos profesionales con etiqueta B no podrán acceder al centro de Madrid a partir de 1 de enero de 2024 y es una cuestión que desde que se anunció ha generado más de un dolor de cabeza a los madrileños, en especial, para los camioneros y transportistas. Ante esta inminente prohibición, las principales asociaciones del sector del transporte de mercancías por carretera en la Comunidad de Madrid han anunciado una protesta programada para el próximo 30 de octubre.
El objetivo de esta manifestación es denunciar la «expulsión» de los vehículos profesionales con etiqueta B del centro de la capital y solicitar una nueva moratoria al Ayuntamiento de Madrid hasta el 31 de diciembre de 2026.
NO SE CUMPLEN CON LOS REQUISITOS AMBIENTALES
La Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en el distrito Centro de Madrid se ha convertido en un tema de discordia que afecta a un amplio sector de la economía. A partir de la entrada en vigor de la nueva disposición, los vehículos ligeros con una masa máxima autorizada de hasta 3,5 toneladas, que cuentan con etiqueta B, no podrán acceder a esta zona. Este cambio normativo, que busca reducir la contaminación y mejorar la calidad del aire en la ciudad, tiene un impacto significativo en la industria del transporte de mercancías, ya que, según las estimaciones de las asociaciones del sector, afectará al 70% de la flota actual de distribución urbana de mercancías (DUM).
Uno de los subsectores más perjudicados será el de las mudanzas, donde más del 80% de los vehículos no cumple con los requisitos ambientales necesarios para acceder a la ZBE. Esta medida también tendrá un fuerte impacto en los vehículos de transporte de viajeros por carretera, como los autocares de menos de 3.500 kilos. Según los manifestantes, más del 60% de la flota actual de autocares discrecionales y turísticos en la región se verá afectada, lo que podría tener graves consecuencias para la movilidad de los turistas que visitan la ciudad de Madrid.
Frente a esta situación, las asociaciones del sector de transporte han solicitado una nueva moratoria al Ayuntamiento de Madrid. Cabe recordar que ya se había otorgado una moratoria previa, la cual fue recientemente anulada por la Justicia. En esta ocasión, la petición es extender la moratoria durante tres años, hasta el 31 de diciembre de 2026. Esta propuesta será debatida en el Pleno del Ayuntamiento que se llevará a cabo el 30 de octubre.
LOS TRANSPORTISTAS A LA ESPERA DE UNA NUEVA MORATORIA
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha comentado esta situación y ha reconocido que otorgar otra moratoria es un asunto «complicado». En declaraciones a los medios, Almeida ha recordado que el Ayuntamiento ya concedió una moratoria de dos años para los transportistas que utilizan vehículos con etiqueta B. Sin embargo, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid anuló esta moratoria, lo que complica aún más la posibilidad de extenderla.
El objetivo de esta manifestación es denunciar la «expulsión» de los vehículos profesionales con etiqueta B del centro de la capital
La decisión de restringir el acceso de vehículos con etiqueta B a la Zona de Bajas Emisiones en el centro de Madrid se enmarca en los esfuerzos por reducir la contaminación y combatir los altos niveles de emisiones de gases contaminantes en la ciudad. La medida se enlaza con los objetivos medioambientales planteados en el plan Madrid 360, que busca promover una movilidad sostenible y mejorar la calidad del aire en la capital española.
No obstante, la prohibición ha generado preocupación y descontento en el sector del transporte. Los transportistas argumentan que la normativa les coloca en una situación complicada, ya que, en su opinión, no se han brindado suficientes alternativas para adaptarse a las nuevas restricciones en un plazo tan corto.
MANIFESTACIÓN PROGRAMADA PARA EL 30 DE OCTUBRE
La manifestación programada para el 30 de octubre busca poner de manifiesto las dificultades a las que se enfrentarán los profesionales del transporte si no se concede una nueva moratoria. Los manifestantes buscan destacar que esta medida afectará negativamente a un alto porcentaje de la flota, lo que podría tener un impacto económico en el sector y en la ciudad en general.
Además, se han expresado preocupaciones acerca de cómo esta restricción afectará a los servicios de mudanzas en la ciudad. La gran mayoría de los vehículos utilizados en este sector no cumplen con los requisitos para acceder a la ZBE, lo que podría generar dificultades en la realización de mudanzas y traslados de bienes en la ciudad.
El sector de transporte de viajeros por carretera también se verá afectado, ya que una parte importante de la flota de autocares discrecionales y turísticos no cumplirá con los criterios para acceder a la ZBE. Esto podría complicar la movilidad de turistas que visiten la capital española, lo que a su vez podría tener repercusiones económicas en la industria del turismo.
DEBATE POLÍTICO EL 30 DE OCTUBRE
Los transportistas han hecho un llamado a las autoridades para considerar una nueva moratoria que permita a los vehículos con etiqueta B acceder al Distrito Centro durante un período adicional de tres años. Argumentan que esta extensión sería fundamental para que el sector pueda adaptarse gradualmente a las nuevas restricciones y buscar alternativas más sostenibles.
El debate en el Pleno del Ayuntamiento de Madrid el 30 de octubre será crucial para determinar el rumbo de esta cuestión. El alcalde Almeida ha reconocido la complejidad de otorgar una nueva moratoria, especialmente después de que la anterior fuera anulada legalmente. La decisión que se tome tendrá un impacto significativo en el sector del transporte y en la calidad del aire en el centro de la ciudad.
En resumen, la prohibición del acceso de vehículos con etiqueta B a la Zona de Bajas Emisiones en el centro de Madrid a partir del 1 de enero de 2024 ha generado una protesta por parte de las asociaciones del sector del transporte. Estas organizaciones argumentan que la medida tendrá un impacto negativo en la mayoría de la flota de transporte de mercancías y en los vehículos de transporte de viajeros, y buscan una nueva moratoria de tres años para adaptarse a las nuevas restricciones.
La decisión final se tomará en el Pleno del Ayuntamiento de Madrid el 30 de octubre, y la complejidad de otorgar una nueva moratoria ha sido reconocida por el alcalde de la ciudad. La situación plantea un desafío en la búsqueda de un equilibrio entre la reducción de la contaminación y la protección de la economía y la movilidad en la ciudad.