Empresas, entes públicos, industrias y ciudadanos se han mantenido a la expectativa desde que MITECO (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico), a través del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), lanzó una primera convocatoria del programa de ayudas a Oficinas de Transformación Comunitaria (OTC), destinando 20 millones de euros para facilitar la creación de comunidades energéticas, las cuales ofrecen mayores beneficios que una comunidad solar.
Afortunadamente, en el país existen muchas compañías especializadas en el área que pueden contribuir activamente a acelerar los procesos, entre ellas Senda, la cual se enfoca en promocionar, diseñar y desarrollar proyectos de transición energética.
En qué consisten las comunidades energéticas y cuáles son sus ventajas
Las comunidades energéticas son una asociación jurídica de entidades públicas, pymes y ciudadanía pertenecientes a un mismo entorno que se unen por una principal causa sin ánimo de lucro, en este caso, generar su propia energía renovable, consumirla y distribuirla de forma local. Los generadores de energía solar como los paneles fotovoltaicos se pueden instalar en viviendas o edificios, y suelen ser la punta de lanza tecnológica de las comunidades energéticas. El objetivo de este tipo de proyectos es que la electricidad generada se pueda distribuir a un entorno completo de entidades, es decir, ayuntamientos, hogares, negocios, etc.
Una de las grandes ventajas de las comunidades energéticas es que contribuyen al cuidado del planeta. Y es que la energía del sol es completamente amigable, pues no libera emisiones nocivas, las cuales son unas de las grandes responsables de la contaminación ambiental y del calentamiento global.
A su vez, las comunidades energéticas ofrecen grandes beneficios económicos, dado que todos los consumidores finales pueden ahorrar en sus facturas energéticas.
Senda, una empresa que ayuda con sus servicios
La empresa Senda ayuda a los interesados a crear una comunidad energética local (CEL). La misma puede ofrecer sus servicios a empresas, ciudadanos, instituciones públicas y ayuntamientos. La consolidación de los proyectos se ejecuta en tres fases.
Durante la primera fase, el equipo de especialistas de la compañía realiza un estudio exhaustivo para determinar el potencial energético de una comunidad. Luego define los pasos que hay que dar y ejecuta el proyecto estratégico de desarrollo de la CEL.
La segunda fase incluye el desarrollo y la ejecución del modelo de proyecto. Durante el mismo también se hacen sesiones de divulgación y de socialización, adhesión de socios, inducción a la comunidad y puesta en marcha del proyecto técnico y de las instalaciones.
La última fase es la de operación y ciclo de vida. En este punto, los beneficiados pueden disfrutar de la energía limpia y renovable. Además, la compañía garantiza mantenimiento correctivo y preventivo permanente de la comunidad energética para alargar su vida útil.
En conclusión, las comunidades energéticas ofrecen innumerables ventajas a la sociedad a nivel económico y ambiental. Además, gracias al programa de ayudas a Oficinas de Transformación Comunitaria son diversos los sectores que pueden sacar provecho a la energía solar.