Muchos se preguntan cómo el templo de Debod llegó a encontrarse en Madrid. Es difícil imaginar un lugar mejor para contemplar los rasgos arquitectónicos de la antigua Egipto; el Templo de Debod. Si un viajero con ganas de sumergirse en la cultura egipcia no desea tomar el vuelo a El Cairo, la capital española ofrece la mejor opción para conocer el legado de una de las grandes culturas de la historia.
Con sus más de 2,000 años de antigüedad, el Templo de Debod presenta una fascinante historia que comienza en un oasis junto al río Nilo ante el asombro de sus constructores. Este templo fue cedido por el gobierno egipcio a España como un gesto de gratitud por la ayuda en la restauración de otros templos del gran sitio egipcio de Abu Simbel. Desde el año 1972, el templo fue trasladado desde su sitio original hasta nuestra tierra madrileña.
1Descubriendo el Templo de Debod
El Templo de Debod se encuentra en la parte sur de Parque del Oeste, justo debajo de la sombra de la ciudadela medieval de Madrid. Al acercarnos a Debod, vemos una impresionante estatua de Horus, una deidad egipcia, con sus alas extendidas junto a un pequeño lago de agua dulce bañado por plantas y flores exóticas. Al entrar en el recinto del templo, somos testigos de los numerosos acantilados escarpados que circundan el templo, como aferrándose a la cultura del lugar.
Si bien el Templo de Debod en Madrid no está tan bien preservado como lo haría un museo de Egipto, el tiempo ha tratado a este templo de manera indulgente. Uno de los elementos principales que se mantienen intactos son una variedad de jeroglíficos, un símbolo de la cultura egipcia que le otorga al templo un toque surrealista. Los presagios de la antigüedad Egipcia penetran a través de las estructuras de los templos y producen una sensación de misticismo peculiar.
