Madrid es una ciudad llena de vida, cultura y tradiciones. Entre los muchos tesoros que esconde la capital española, uno de los más emblemáticos es El Rastro. Este mercado, que se celebra todos los domingos y festivos, es un lugar donde se entrelazan la historia, el arte y la diversidad cultural.
El Rastro, con su nombre derivado de la antigua costumbre de “rastrear” objetos valiosos entre la basura, tiene sus raíces en el siglo XVIII. En aquel entonces, el mercado se establecía en las inmediaciones de la Plaza Mayor. Con el tiempo, se trasladó a su ubicación actual, el barrio de La Latina, donde se ha mantenido durante siglos.
1La gran variedad de puestos
Una de las razones por las que El Rastro es tan especial es su variedad. Al pasear por sus calles, te encontrarás con una amplia gama de productos, desde antigüedades y ropa vintage hasta obras de arte contemporáneo y souvenirs únicos. Los puestos de libros usados comparten espacio con vendedores de objetos artesanales y gastronomía típica española.
Es en medio de esta amalgama de productos donde puedes encontrar auténticos tesoros ocultos. Muchas veces, lo más valioso no está a simple vista, y es necesario hurgar entre los objetos para descubrir la joya que estabas buscando.
