En las calles del barrio de Almendrales, en Usera, Madrid, se gesta una revuelta vecinal que amenaza con alterar la tranquila dinámica de este rincón de la ciudad: un mega-convento. La construcción proyectada de un mega-convento por parte de la Comunidad del Cordero ha desencadenado un debate sobre las prioridades urbanísticas y las necesidades básicas del barrio.
Mientras los vecinos claman por mejoras esenciales, como educación y salud, surge la noticia de un nuevo templo religioso, generando preguntas sobre la distribución equitativa de recursos y la verdadera representación de los intereses de la comunidad.
El barrio de Almendrales, hogar de 22.834 habitantes, se encuentra en medio de una encrucijada. A pesar de la vitalidad de su comunidad, carece de instituto público y centro juvenil. Los vecinos también expresan la necesidad de contar con mejores instalaciones deportivas y un centro de salud más grande, dado que el actual no da abasto en un distrito que alberga a 4.258 habitantes de 0 a 19 años.
Hay que tener en cuenta que Almendrales ya cuenta con cuatro iglesias, dos parroquias y un centro apostólico. La noticia que ha despertado la atención de la comunidad es la adjudicación por parte del Ayuntamiento de Madrid de un solar de 3.500 metros cuadrados en la Avenida de Córdoba, 17-19 para la construcción de un nuevo monasterio religioso de la Comunidad del Cordero.
LA AUSENCIA DE CONSULTA VECINAL HACE CRECER ‘EL RECHAZO’ CONTRA EL MEGA-CONVENTO
Sergio de Isidro, miembro de la asociación de vecinos La Mancha, relata con indignación que el Ayuntamiento abrió un concurso público exclusivo para comunidades religiosas, siendo la Comunidad del Cordero la única en presentarse. La falta de consulta previa a los vecinos sobre las necesidades del barrio y la destinación del terreno ha generado un creciente malestar en la comunidad.
Sergio detalla que el solar, valuado en más de 100.000 euros, albergará un monasterio que servirá como vivienda para la Comunidad del Cordero. Los servicios que ofrecerán al barrio incluyen la celebración de misas, grupos semanales de oración y estudio bíblico, una mesa abierta para compartir alimentos y diversos talleres. Sin embargo, el descontento crece ante la percepción de que estas ofertas no abordan las necesidades más apremiantes de la comunidad.
LA PROTESTA VECINAL: MÁS DE 3.000 FIRMAS EN CHANGE.ORG
Ante esta decisión, los vecinos de Almendrales no se quedan de brazos cruzados. En junio de 2022, iniciaron una campaña en change.org que ya ha recolectado más de 3.000 firmas. La pregunta fundamental que plantean es si es realmente necesario un monasterio en lugar de instituciones y servicios más urgentes, como un instituto público.
Sergio detalla que el solar, DÓNDE IRÁ EL MEGA-CONVENTO, valuado en más de 100.000 euros, albergará un monasterio que servirá como vivienda para la Comunidad del Cordero
Sergio propone alternativas lógicas para la Comunidad del Cordero, como la negociación para la cesión del recientemente clausurado Convento de San Plácido, perteneciente a la orden benedictina. A pesar de llevar esta cuestión al pleno, la concejala respalda la decisión de destinar el solar a la Comunidad del Cordero, lo que ha generado frustración y desánimo entre los vecinos.
PRÓXIMA ASAMBLEA
La lucha no ha concluido para Sergio y los vecinos de Almendrales. A pesar de la aparente falta de apoyo institucional, afirman que seguirán dando visibilidad al problema, ya que muchos residentes aún no están al tanto de la situación. La próxima asamblea de la asociación vecinal está programada para el sábado 16 de diciembre a las 11:00, frente al solar en la Avenida de Córdoba.
El conflicto en Almendrales revela una tensión palpable entre las necesidades básicas del barrio y las decisiones municipales respecto a la construcción de un nuevo monasterio. La falta de consulta vecinal y la aparente prioridad dada a proyectos religiosos generan un debate sobre la distribución equitativa de recursos y la verdadera representación de los intereses de la comunidad en las decisiones urbanísticas.
La batalla entre necesidades se manifiesta en la Avenida de Córdoba, donde un solar se convierte en el epicentro de una lucha por el futuro de Almendrales. La resolución de este conflicto podría sentar un precedente importante sobre cómo se equilibran las aspiraciones espirituales y las demandas pragmáticas en el tejido urbano de Madrid.