Bicisendas de hormigón y microfibras de vidrio AR

Actualmente, el uso de las bicicletas se está haciendo cada vez más popular en todos los países europeos. Las bicisendas construidas en hormigón atraviesan no solo las ciudades, sino también en muchas ocasiones los campos. Cada vez más kilómetros de bicisendas son construidas con el fin de que constituyan superficies uniformes y cómodas para transitar. Es importante, por lo tanto, que se apliquen todas las precauciones y las buenas formas de utilizar el hormigón para obtener buenos acabados. 

Construir una bicisenda con métodos tradicionales es costoso y laborioso, ya que, aunque no tengan que soportar cargas, estas construcciones requieren de la colocación de un mallazo en el tercio superior de las soleras de hormigón construidas para este uso. De esta forma, pueden absorber las tensiones de la retracción plástica del hormigón. 

Las microfibras de vidrio álcali resistentes V12-AM fabricadas en Japón por Fibratec vienen a ser una perfecta solución para sustituir estos mallazos calzados. Las microfibras de vidrio sustituyen a los mallazos porque alivian las tensiones de la retracción plástica del hormigón de forma mucho más efectiva que los mallazos. En 2 kg de Fibratec V12-AM hay unos 400 millones de microfibras que se reparten por toda la masa de hormigón de forma totalmente homogénea, gracias a su peso específico muy similar, cosiendo todos los microporos producidos en el hormigón debido a la evaporación del agua durante las reacciones químicas del fraguado.

Mientras que el mallazo se utiliza para paralizar los movimientos de asentamiento del hormigón, cuando se utilizan las microfibras de Fibratec, estos movimientos apenas se producen, ya que Fibratec reducen drásticamente la porosidad del hormigón haciendo innecesario este mallazo. Gracias a que las microfibras cosen cada mm cúbico del hormigón, también se obtiene una superficie mucho más resistente al desgaste por la rodadura de las bicicletas y alargan la vida del hormigón. 

Otra de las ventajas de usar estas fibras en vez de los mallazos son los costes de transporte y ejecución. El tiempo de ejecución se reduce en un 50 % y no es necesario contratar personal especializado en la colocación de mallazos. Especialmente, en la construcción de las bicisendas, cuyo ancho no coincide con el ancho de las planchas de los mallazos suministrados en obra, cortar, solapar, calzar mallazos es una tarea que requiere mucho tiempo de mano de obra y conocimientos específicos. Otro de los inconvenientes de la colocación, corte y manipulación de los mallazos es el peligro de cortes que supone para los operarios. Cuando se usan microfibras V12-AM de Fibratec, todas estas dificultades y peligros desaparecen a la vez que se obtiene una mejor calidad en los trabajos y con un coste más reducido comparado con colocar mallazos.

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