La Policía Nacional ha aplazado a este miércoles la declaración del convocante de la protesta de esta Nochevieja en las inmediaciones de la sede central del PSOE en Madrid, en la que se colgó y golpeó con saña a un muñeco que identificaron como Pedro Sánchez.
Fuentes policiales han informado de que, pese a que la citación estaba prevista para este martes, la declaración se le tomará en la mañana del miércoles en las dependencias de la Brigada Provincial de Información, situadas en el distrito madrileño de Moratalaz.
La protesta de Nochevieja, como las que se vienen celebrando desde hace casi dos meses junto a la sede socialista de la madrileña calle de Ferraz, tuvo como protagonista -como puede verse en las imágenes grabadas- a un muñeco que representaba a un hombre vestido con traje y nariz de Pinocho al que algunos de los participantes, jaleados por los asistentes, colgaron y golpearon hasta romperlo.
LA NOCHEVIEJA EN FERRAZ
En un mensaje compartido en la cuenta de X de la organización juvenil Revuelta, convocante de las protestas, se explica así lo sucedido: “Tras las campanadas, dos manifestantes colgaron una piñata gigante del golpista Pedro Sánchez, que había pasado los habituales controles policiales en las entradas a Ferraz, rellena de turrones para golpearla. Fin de la historia”.
El PSOE está analizando los vídeos de la retransmisión de la despedida del año en la calle Ferraz de Madrid. Además, la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, ha cargado contra el PP al señalar que es “incapaz” de condenar unos actos que considera “repulsivos”.
Los socialistas ya habían apuntado previamente que los actos de Nochevieja podrían constituir un delito de odio. En el partido están analizando al detalle todos los vídeos de esa noche, tanto la retransmisión oficial de las campanadas de fin de año junto a su sede que emitieron varios medios de comunicación, como el resto de vídeos en los que aparece el muñeco de Sánchez, una piñata amarrada por una cuerda en un semáforo que varios asistentes golpearon con palos.