Departamento de Oftalmología del Instituto Universitario Dexeus da a conocer las causas y tipos de estrabismos

El estrabismo es considerado como una de las afecciones oculares más comunes en la edad infantil, aunque también puede presentarse en personas adultas. Se caracteriza generalmente por el desvío de uno o ambos ojos, los cuales no se alinean en un mismo punto, generando una alteración de la visión binocular.

El equipo médico del Departamento de Oftalmología del Instituto Universitario Dexeus ofrece información relacionada con esta condición, a la vez que explican cómo los tratamientos de terapia visual y cirugía en casos más avanzados, pueden contribuir a mejorar el estrabismo.

Estrabismo: tipos y causas

Esta condición se presenta cuando el paciente tiene la dificultad de enfocar la mirada a un mismo punto. Por lo general, uno de los ojos se encuentra fijo mientras que el otro permanece desviado, esta condición puede ser intermitente, siendo más frecuente en situaciones de cansancio o de estrés.

El estrabismo tiende a aparecer en el nacimiento o durante la infancia, siendo habitual en el 4 % de la población infantil. También puede afectar a adultos, como síntoma de una condición subyacente. En cuanto a su tipología, los expertos aclaran que se puede presentar el estrabismo convergente, en el cual el ojo afectado se desvía hacia el canto nasal; a diferencia del estrabismo divergente, donde el ojo se desvía hacia afuera. Si bien estos son los más comunes, también se pueden presentar estrabismos secundarios, especiales, paralítico, alternante y estrabismo monocular.    

De no ser tratado a tiempo, el estrabismo puede provocar ojo vago o ambliopía, dos complicaciones que pueden limitar la visión y afectar la calidad de vida de los pacientes. Es por esta razón que consultar con profesionales especializados en el ámbito oftalmológico es lo más apropiado para tratar esta condición.

Diagnóstico y tratamiento del estrabismo

Los síntomas habituales del estrabismo van desde desviación de un ojo y movimientos descoordinados de los mismos, hasta dificultad para enfocar objetos cercanos, cansancio, pesadez visual, entre otros. Ante la presencia de alguna de estas situaciones, es recomendable recurrir a un oftalmólogo profesional, el cual será el encargado de diagnosticar el estrabismo.

Las pruebas de agudeza visual, un examen de la retina o un estudio de la visión binocular son solo algunas de las más útiles para determinar si un paciente sufre de estrabismo. Una vez diagnosticado, se procede a seleccionar el tratamiento indicado, según la causa de la enfermedad y el tipo.

En este sentido, la terapia visual es uno de los tratamientos más eficaces para tratar el estrabismo sin cirugía, ya que permite estimular los músculos extrínsecos mediante ejercicios visuales. En los niños, el tratamiento abarca desde corrección óptica con gafas, inyección de toxina botulínica en algunos casos y terapia visual. También es posible realizar una cirugía de estrabismo en los pacientes con una condición más avanzada.

Para realizar un diagnóstico preciso y seleccionar el tratamiento indicado, lo mejor es consultar con especialistas en el área oftalmológica como los del Departamento de Oftalmología del Instituto Universitario Dexeus. 

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