CÍRCULO ROJO.– Mentol Garza escribió su primera novela hace quince años. Y aunque tuvo que parar para priorizar en sus obligaciones profesionales, con el confinamiento llegó otra vez la inspiración. Los viajes de Salva es una obra original, por la trama y por la forma en la que está escrita. Engancha y mantiene en vilo al lector al tener un eje argumental distinto, una fácil lectura y una fresca narrativa. El autor también destaca “el estilo informal debido a las ciertas dosis de humor”.
Gracias a los protagonistas de Los viajes de Salva, personas de cualquier edad se pueden ver reflejados e interesados en la lectura. La inspiración de Mentol Garza viene de la pregunta de qué haría si tuviera la oportunidad de cambiar su vida. Fue así como se sumergió en esta aventura que de la mano de Círculo Rojo, ha podido materializar.
El lector va a encontrar “una historia que le ayudará a evadirse. Tal vez le ayude a reflexionar sobre su propia vida tras descubrir el final” según Mentol Garza. Aunque su principal objetivo es que quien lo lea, disfrute de esas páginas.
Sinopsis
“¿A quién no le atrae la idea de una segunda oportunidad y viajar a su propio pasado?
¿Y si te digo que no controlarás el cómo ni el dónde?
¿Y si añado que solo contarás con la ayuda de tus recuerdos y ni siquiera serás consciente del futuro del que procedes?”, pregunta el autor.
Salva viaja aleatoriamente en el tiempo a momentos de su pasado en una realidad paralela.
En su segundo viaje, conoce y se enamora de Delia, pero es una historia imposible, dado que su yo paralelo, empeñado en repetir sus mismos errores, se encuentra en un momento vital muy distinto.
Autor
El autor novel Mentol Garza presenta una novela curiosa, a caballo entre lo real y lo imaginario, siguiendo una estética distinta a la habitual.
La lectura es ágil y engancha por sus instantes de desconcierto y porque apela a participar de un juego en clave e incluso a formar parte de su sorpresa y resolución. El sufrimiento tragicómico de Salva es también el del lector.
Garza es capaz de crear expectación y curiosidad, rozando en ocasiones lo humorístico o lo patético. En resumen, invita a pasar un buen rato.