El obelisco se levanta imponente en el norte de Madrid. Diseñado por el famoso arquitecto Santiago Calatrava y emplazado entre las antiguas torres KIO, en Plaza Castilla, dejó de funcionar en 2011 y continuará sin movimiento. El coste de esta obra estuvo tasado en 14 millones de euros, de los que cinco aportó el Ayuntamiento de Madrid, que se hizo cargo de su mantenimiento.
Como casi todo lo construido durante la burbuja inmobiliaria, el sobrecoste de la obra no estaba en su edificación, sino también en el mantenimiento. Según ha podido conocer este medio, el coste de este imponente obrón de Calatrava alcanza los 300.000 euros anuales, más de lo previsto en 2012 y apenas la mitad que en 2014, con 150.000 euros. No obstante, este último montante supone el 50% del importe total invertido en su conservación, tal y como ha señalado la directora de Patrimonio Cultural del Ayuntamiento de Madrid, Elena Hernando, en la comisión de Cultura, Turismo y Deporte.
Y es que, el obelisco de Calatrava no es ajeno a la inflación de las materias primas, disparadas desde hace dos años y medio tras la vuelta a la normalidad desde el estallido de la pandemia. «En la actualidad no hay previsión de variar las condiciones de la situación del Obelisco», ha señalado la directora de Patrimonio Cultural.
«Si se plantease la habilitación del monumento con el mecanismo original habría que volver a contratar su mantenimiento anual», ha destacado. Se trata de un coste descomunal para una obra tan singular, fruto de un regalo de Caja Madrid.
En la actualidad no hay previsión de variar las condiciones de la situación del Obelisco
La última vez que se puso en funcionamiento esta obra fue en 2011. Desde entonces, no se ha vuelto a encender debido a los problemas serios en el diseño y sus 92 metros de altura, aunque iban a ser más de los previstos, con un revestimiento de pan de oro para el monstruo de bronce y acero.
UNA OBRA CARA Y SOBREVALORADA
La maquinaria es hidráulica, con el fin de que el agua realizara el movimiento helicoidal. Es decir, no gira, pero las lamas fluyen dando esa sensación. El coste de esta obra, que iba a medir 120 metros, es inasumible. En un inicio, la altura era demasiado elevada para una Castellana agujereada en su interior. No era factible elevarla más debido a los túneles.
Acciona se encargó de su construcción y el 23 de diciembre de 2009 fue inaugurado por el Rey. Su primera tasación alcanzó los 14 millones, unos años después, en 2014, apenas se cifró en 100.000 euros. En comparación con otras obras de Calatrava, el obelisco era muy barato en comparación con el levantado en Israel, cuyo coste alcanzó los 100 millones de dólares.
OTRAS PIFIAS DE CALATRAVA
Calatrava es considerado, de forma general e internacionalmente, uno de los grandes maestros españoles en cuestiones de arquitectura. Sin embargo, en España tiene una imagen distinta, y totalmente peyorativa. De ahí que salgan webs como «Calatrava no nos calla», que denuncia todas las malas prácticas que ha hecho este hombre, no solo en España, sino en el mundo entero.
EL PUENTE DE ZUBIZURI
Podemos encontrar en Bilbao el Puente de Zubizuri. A primera vista, es un puente bastante moderno y bonito, pero hubo que hacer muchísimas modificaciones, porque lo de visionario se quedó en la estética, pero no en la utilidad del puente. De esta forma, se tuvo que añadir una moqueta deslizante, ya que en los días de lluvia o cuando hiela, resbala. Y claro, en Bilbao estos días no son pocos.
Además, hubo que reemplazar la loseta de cristal, que costó alrededor de 240 euros por cada loseta. Para colmo, Calatrava demandó al ayuntamiento, porque consideró que instalar la rampa de minusválidos era una lesión al derecho moral de la propiedad intelectual.
PUENTE DE ALCOY
Calatrava también tuvo que pifiarla en Alcoy, ya que el Ayuntamiento le dio más de 500.000 euros por la maqueta y el anteproyecto. Se trataba de un puente que serviría unir el Viaducto y la Zona Norte de Alcoy. Después de ese reembolso, las obras no llegaron a iniciarse.
Así que fue dinero perdido para el ayuntamiento de Alcoy, aunque pueden presumir de que tienen una obra de Calatrava, porque en 1995 se inauguró la “Llotgeta”, que sigue sin tener la licencia de apertura.
CIUDAD DE LAS ARTES
Es posible que la obra más conocida de Calatrava sea la Ciudad de las artes. Y aunque sea un rasgo diferenciador de España, también ha sido una obra llena de errores y cagadas. De hecho, según cuenta la web “Calatrava no nos calla”: “Durante dos décadas, el gobierno Valenciano ocultó la información sobre los contratos y los pagos a Calatrava, que finalmente han sido desvelados en mayo del 2012, por Esquerra Unida del País Valencià.
Esto es solo un ejemplo de lo que se ha hecho en todo el mundo, por lo que hay que tener especial cuidado a la hora de crear un proyecto. A este paso, lo que Calatrava nos ha enseñado, es cómo hacer las cosas rápido y mal.