Cada año, el Ministerio del Interior de España registra un gran volumen de víctimas de explotación laboral. No obstante, según indica el Grupo de Expertos de Acción contra el Tráfico de Seres Humanos del Consejo de Europa (GRETA), muchos casos pasan desapercibidos y no son detectados.
Por este motivo, es importante estar atento y contar con los conocimientos necesarios para detectar casos de explotación laboral a mujeres, trabajo forzado, esclavitud o situaciones similares. Para ello, es posible recurrir a los materiales sobre situaciones de explotación laboral que ha elaborado el proyecto Prevención Violencia, desarrollado por la Fundación de Familias Monoparentales Isadora Duncan.
¿Qué situaciones se consideran de explotación laboral a mujeres?
Centrándose en las causas que originan la explotación laboral, el fondo es siempre el mismo: la pobreza. Sin embargo, no hay que olvidar que existe otra gran causa que comparte con la violencia de género: el dominio, sometimiento, dependencia, cosificación y privación del control de las mujeres por parte de los hombres.
El trabajo forzado, la explotación u otras situaciones similares refieren a situaciones en las que una mujer no se ha ofrecido voluntariamente y trabaja bajo amenaza de algún tipo de castigo. Para llegar a esta situación es posible que haya habido un engaño sobre la naturaleza o las condiciones del empleo. A su vez, esta modalidad puede darse en distintos sectores y ocupaciones.
Con respecto a esto último, una mujer explotada puede estar trabajando como empleada doméstica, en hoteles, restaurantes, emprendimientos agrícolas, obras en construcción u otros sectores. A su vez, las víctimas pueden ser de determinadas comunidades, de familias pobres, menores de edad o de origen inmigrante.
En los últimos tiempos, se han descubierto numerosos casos de explotación laboral. Por ejemplo, recientemente se ha desmantelado una organización que traía a España mujeres de Centroamérica para trabajar en servicios de limpieza. Estas mujeres eran engañadas y obligadas a contraer una deuda impagable, por lo que después debían realizar distintas tareas de manera forzada y sin cobrar una remuneración.
La propia Asamblea General de Naciones Unidas ha considerado necesario abordar esta especial situación de vulnerabilidad mediante la incorporación de una perspectiva de género, sobre todo en el fortalecimiento de las leyes para combatir la violencia basada en el género, incluida la trata de personas con fines de explotación laboral.
¿Cómo actuar ante una situación de explotación o trata?
Según indica una guía realizada con el apoyo de la Unión Europea, ante la sospecha de que una mujer está siendo explotada es aconsejable informar a las autoridades competentes. También es conveniente ofrece a la víctima la posibilidad de ser derivada para ser identificada y recibir asistencia.
En cualquier caso, es fundamental garantizar que la situación sea segura tanto para la persona explotada como para quien la descubre. Por ejemplo, si esto sucede en un establecimiento y hay alguien responsable escuchando, es mejor marcharse y llamar a la policía para solicitar ayuda.
A su vez, si existen certezas o sospechas de que una mujer menor de edad está siendo explotada, hay que ponerse en contacto con una unidad de protección especial. Por lo general, este tipo de grupos de trabajo son multidisciplinares e incluyen a psicólogos, médicos y otros profesionales.
La explotación laboral a mujeres en España es un problema difícil de detectar y solucionar. Para ello, es fundamental contar con información como la que ha elaborado Prevención Violencia. Para saber más sobre esta iniciativa, es posible acceder a su página web.