En arte, un encargo o comisión es el acto de solicitar la creación de una obra, a menudo en nombre de otra persona, o siguiendo parámetros que fuerzan a los artistas a resultados concretos. Las obras de arte pueden ser encargadas por particulares, por el gobierno o por empresas. Las comisiones, a menudo, se parecen a un respaldo o patrocinio.
Crear una propuesta artística original y tener presente el análisis de datos que ofrece internet no son materias completamente incompatibles.
Este artículo muestra cómo enfrentar una comisión artística desde el análisis de datos disponible en internet.
La comisión o el encargo de la obra al artista Fermín Fleites fue: El aspecto visual del Launch-Bar Big John y un mural de gran formato, todo ubicado en la Isla de Bimini.
El primer paso para llevar a cabo esta comisión fue analizar las historias latentes en el área donde se insertaría la obra. Este análisis arrojó los puntos de apoyo del contenido, técnicos y conceptuales de la obra.
Un contexto rico en narrativas
Bimini es una isla perteneciente al archipiélago de las Bahamas caracterizada por sus bajos, por lo que fue utilizada por los piratas para esconderse y desaparecer.
Los pobladores iniciales de la Isla, los indios Lucayos fueron exterminados tras el contacto con los primeros navegantes castellanos. La Isla fue visitada por Ponce de León en su camino a la Florida en 1513.
A principios del Siglo XVIII la isla era un refugio de piratas que acechaban a la flota que utilizaba la corriente del golfo para llegar a España. Esta Corriente pasa frente a la Isla y eran muy comunes los enfrentamientos entre la flota y los piratas. Este hecho hacía muy probable que se encontraran enterramientos de los botines e incluso de piratas muertos en las escaramuzas que se producían con la flota.
Los bajos y las inclemencias del tiempo y el halo de misterio por encontrarse la isla ubicada en una de las puntas del triángulo de las Bermudas, hicieron de este grupo de islas un cementerio de los barcos, por los que muchos buscadores de tesoros se ganaban la vida rescatando tesoros de los barcos que naufragaron en los arrecifes de coral que rodean a Bimini y a las Bahamas en general. Esto determinó el hecho de que las cinco familias fundadoras de Bimini tenían licencia de Wreckers (rescatadores de naufragios) hacia 1834.
La mayoría de los actuales pobladores de Bimini son descendientes de esclavos liberados tras la emancipación Británica de los esclavos en Bahamas. Estos esclavos se asentaron en las islas del caribe y comenzaron a dedicarse a encontrar naufragios y a la pesca artesanal, lo que generó todo un mitologema alrededor del mar y sus peligros. Mitologema que se aprovecha dentro de la obra de Fermín Fleites como fuente y elemento de soporte conceptual para dar forma a una serie de criaturas marinas de los presentes en el mural, extraídos de las conversaciones con los actuales pobladores.
La isla siempre ha sido un espacio a medio camino entre dos puntos por los que ha hospedado negociantes de algodón durante la guerra civil traficantes de licor y todo tipo de filibusteros.
La metodología de datos
Para llegar al punto de giro de las propuestas se tomó la data de los principales temas compartidos en Facebook, las búsquedas en Google de temas relacionados con la historia por personas desde afuera de la Isla, pero realizadas geolocalizadas en la isla, es decir, las personas no eran de ahí, pero estaban ahí y de las búsquedas en redes sociales relacionadas. Todo esto arrojó tres grandes ideas:
El interés por la historia local focalizado en la piratería.
El afán por el descubrimiento (el interés por descubrir algo siempre es atractivo)
El interés por conseguir experiencias dignas de ser compartidas socialmente.
De la obra
Todo este contexto se condensó dentro de la obra para construir un gran mapa de viaje en el que se señalizaron enterramientos piratas (hipotéticos o nó) custodiados por una serie de criaturas infernales producto del imaginario colectivo en el caso del mural. El resto de ambiente se trató con más de 40 nudos tradicionales a la usanza de la tradición de los antiguos marinos.
La obra en general realza el concepto del mapa, del plano que contiene la ruta para hallar un botín. Consolidado en un solo concepto: Historias locales e imaginario colectivo.
Todo este proyecto elevó las visitas al sitio y revitalizó el interés del lugar, convirtiéndose en el leitmotiv de la campaña de comunicación para el re-lanzamiento del nuevo Bimini Big John’s Bar & Grill y mostrando que los espectadores siempre van a preferir espacios intervenidos artísticamente, siempre que se los den como opción.