El reloj de la Puerta del Sol lleva aรฑos siendo testigo fiel de la historia de la ciudad de Madrid. Asesinatos, revoluciones, campamentos improvisados… todo ha pasado bajo su atenta mirada. Con casi 155 aรฑos a sus espaldas, por debajo de sus manecillas trascurren a diario cientos de madrileรฑos ajenos a la curiosa historia que atesora.
A pocas horas de dar puntual, una vez mรกs, la bienvenida a un nuevo aรฑo, vamos a recorrer su vida. Desde su llegada, hasta aquellos momentos en los que hizo templar a todo un paรญs esperando escuchar sus campanadas.
Los tres relojes de la Puerta del Sol
Originariamente, la Puerta del Sol no era tal y como hoy la conocemos. Estaba formada por un conjunto de edificios que posteriormente se demolieron para darle la amplitud actual. Entre ellos se encontraba la iglesia del Buen Suceso, que se ubicaba donde actualmente estรก una tienda de telefonรญa.
En lo alto de la torre de dicha iglesia habรญa un reloj donde los madrileรฑos miraban la hora. Sin embargo, solo tenรญa una manecilla y era muy poco fiable. En 1854 se derriba la iglesia y los habitantes de la capital se quedaron sin aquel fiel compaรฑero. Para solucionar esto, se instalรณ un nuevo reloj en el Edificio de la Gobernaciรณn, donde se encuentra el actual.
El nuevo reloj tenรญa tres esferas, pero a pesar de ello, no funcionaba muy bien. Fallaba tanto que hasta le escribieron una coplilla:
Los madrileรฑos seguรญan sin poder conocer la hora cuando paseaba por la Puerta del Sol, pero se pensรณ la soluciรณn definitiva. Contactaron con el relojero espaรฑol mรกs prestigioso de la รฉpoca: Josรฉ Rodrรญguez ‘Losada’. A este se le encargรณ fabricar un reloj que no fallara jamรกs para acabar con el dilema que atormentaba a Madrid. Losada aceptรณ encantado.
Se puso manos a la obra y tardรณ tres aรฑos en construir el famoso reloj de la Puerta del Sol. Estaba tan orgulloso del encargo que decidiรณ no cobrar nada y regalarle su obra al pueblo de Madrid. El 19 de noviembre de 1866 Isabel II inaugurarรญa el nuevo reloj como parte de la celebraciรณn de su cumpleaรฑos.
Las veces que Madrid casi se queda sin su reloj mรกs famoso
Tan bien hizo Losada el reloj que solo se retrasa cuatro segundos al mes. Su pรฉndulo mide tres metros y se utilizaba, principalmente para marcar la salida de los coches y diligencias que salรญan de la Puerta del Sol.
En 1928, la personalidad de este reloj se hizo notar. Una de sus pesas se desprendiรณ de la estructura. Su peso era tan alto que fue capaz de traspasar el suelo hasta llegar a estamparse en el suelo del despacho del mismo Gobernador.
Pocos aรฑos despuรฉs, tambiรฉn fue testigo de uno de los momentos mรกs tristes de la historia de Espaรฑa. Durante el desarrollo de la Guerra Civil en la capital, la Puerta del Sol fue blanco de numerosos ataques aรฉreos. En 1938 uno de esos obuses fue capaz de atravesar una de las esferas del reloj de un lado a otro. Sin embargo, milagrosamente, su maquinaria no fue daรฑada.
Tras la contienda, el reloj de la Puerta del Sol siguiรณ acompaรฑando a los espaรฑoles a travรฉs de las ondas. Radio Nacional de Espaรฑa decidiรณ utilizar el sonido de sus campanadas como seรฑal horaria. Esta se emitรญa justo antes de los noticiarios.
En 1954 Madrid casi se vuelve a quedar sin su querido reloj. El mismo embajador de Venezuela quedรณ tan fascinado con รฉl que le hizo una oferta al Ayuntamiento de Madrid para comprรกrselo y llevรกrselo a su paรญs. Finalmente se dijo que ‘no’ y el reloj siguiรณ dando la hora en la Puerta del Sol.
Las doce uvas, una tradiciรณn que nace en Madrid
Cada 31 de diciembre cientos de madrileรฑos se citan bajo las manecillas del reloj de la Puerta del Sol para dar la bienvenida al nuevo aรฑo. Esta vez, por primera vez en la historia desde que se tiene conocimiento, no se va a poder celebrar esta tradiciรณn debido a las restricciones por la pandemia.
No se sabe muy bien de dรณnde viene la tradiciรณn de comer uvas el 31 de diciembre, pero dicen que esta se remonta a 1909. Aquel aรฑo hubo una magnifica cosecha de uvas en todo el paรญs. Habรญa tal excedente que era imposible de vender. A un grupo de agricultores de la costa se le ocurriรณ hacer correr el rumor de que comer 12 uvas el dรญa de fin de aรฑo justo a las doce de la noche daba suerte. Esto animรณ a la gente a comprar racimos para atraer la buena fortuna.
Esta es una de las versiones sobre el origen de la tradiciรณn. No obstante, en la prensa madrileรฑa de 1897 ya aparece reflejada la costumbre de comer uvas. Esto desmontarรญa la teorรญa anterior y fijarรญa en Madrid el origen de esta tradiciรณn navideรฑa. Asรญ lo recoge el periรณdico el periรณdico El Imparcial en sus pรกginas:
Lo que sรญ se sabe es que Alfonso XIII era un gran aficionado a tomarse las doce uvas de la suerte en la Puerta del Sol. El Rey se vestรญa de incรณgnito y recorrรญa los pocos metros que separan el Palacio Real del reloj de Gobernaciรณn para dar la bienvenida al nuevo aรฑo entre madrileรฑos.
Las ‘malas pasadas’ del reloj de la Puerta del Sol
El reloj de la Puerta del Sol tiene una personalidad muy marcada que de vez en cuando se deja ver. Fue en el aรฑo 1962 cuando esta tradiciรณn se retransmitiรณ por primera vez por televisiรณn. El primero en felicitar a los espaรฑoles el nuevo aรฑo desde este emblemรกtico lugar fue Matรญas Prats (padre). Desde entonces, Televisiรณn Espaรฑola ha emitido las campanadas desde la Puerta del Sol de manera ininterrumpida.
En el aรฑo 1990 tuvo una averรญa la tarde previa a las campanadas. El cable de un tรฉcnico de televisiรณn se enredรณ en la maquinaria haciendo que esta se estropeara. Un operario del ayuntamiento se pasรณ toda la noche del dรญa 30 de diciembre y parte del 31 intentando reparar las piezas daรฑadas para que el reloj volviera a ser el protagonista de la Nochevieja madrileรฑa.
Seis aรฑos despuรฉs, en 1996, este popular reloj decidiรณ adelantar su pulso. Esto hizo que las campanadas sonaran mรกs seguidas. Debido a esto, media Espaรฑa recibiรณ al nuevo aรฑo atragantados por las uvas. Si de normal las campanadas duran 36 segundos, ese aรฑo se redujo a tan solo 17.
A partir de aquel momento, el relojero encargado de cuidar al reloj de la Puerta del Sol decidiรณ que las campanadas tenรญa que tener truco. Para ello, ralentizรณ el tono, poniendo tres segundos entre uva y uva. Esto evitarรญa que estas ocasionaran una desgracia en los hogares espaรฑoles.
El reloj de Sol nunca ha dejado de celebrar la nochevieja, hasta ahora
Nuestro protagonista se engalana cada 31 de diciembre desde tiempos inmemoriales. Ni siquiera en los tiempos mรกs duros se quedรณ sin pรบblico que contemplara el repiquetear de sus campanas.
Durante la Guerra Civil espaรฑola, Madrid vivรญa una situaciรณn realmente crรญtica. El asedio y los continuos bombardeos amenazaban continuamente a la poblaciรณn. Asรญ narraba el periรณdico ABC la nochevieja de 1938:
Sin embargo, sabemos por los cronistas de la รฉpoca que, a pesar de la duda situaciรณn que atravesaba la ciudad, fueron varios los valientes que desafiaron al peligro de las bombas. Numerosas personas siguieron acudiendo fieles a su cita con el reloj de la Puerta del Sol para dar la bienvenida entre obuses al nuevo aรฑo.
Es curioso cรณmo las palabras de la prensa de la รฉpoca podrรญan ser trasladadas a la perfecciรณn a la realidad mรกs reciente. Este aรฑo, por primera vez, no se va a poder celebrar las campanadas en la Puerta del Sol de Madrid.
Como en los aรฑos 30, tenemos un enemigo invisible que desde fuera nos amenaza. Por ello, el pueblo de Madrid debe demostrar la resistencia que le caracteriza para que el Coronavirus no cause mรกs daรฑo en la poblaciรณn.
Si queremos seguir siendo testigos de cรณmo el querido reloj de Tosada nos regala sus campanadas, este aรฑo debe primar la responsabilidad. Por todas las uvas que los madrileรฑos se seguirรกn tomando en la Puerta del Sol, este aรฑo toca quedarse en casa y esperar.