El cine ha acompañado a los habitantes de Madrid desde sus orígenes. Hasta en los momentos más duros, los madrileños nunca dejaron de acudir en masa a disfrutar de las películas que proyectaban en estos sagrados lugares que poblaban las aceras de la Gran Vía.
Lo que muchos no saben es que su ciudad ha servido en numerosas ocasiones como escenario de grandes películas nacionales e incluso internacionales. Vamos a recorrer este Madrid de cine recordando los films que se rodaron en la mismísima capital.
Las verbenas de Madrid, el escenario perfecto para enamorarse
Cuando llega el verano Madrid se transforma. Muchos dicen que la ciudad se vuelve aburrida y vacía, pero todo lo contrario. Las castizas verbenas populares llenan de alegría las calles de la capital y sus habitantes disfrutan de sus limonadas y sus claveles.
Los directores de cine saben que este es el lugar ideal para generar una preciosa escena que mezcle la tradición con toda la innovación del séptimo arte. Son varios los profesionales que han decidido convertir las verbenas de Madrid en uno de sus decorados para sus películas.
‘Kiki, el amor se hace’ es una película dirigida por Paco León. Curiosamente, esta acaba en una fiesta. Sin duda la mejor opción es la elegida por el director: la verbena de la Paloma madrileña. En el tráiler de la propia cinta podemos reconocer sus luces, claveles y chulapas.
Otra película que basa su trama en las verbenas de verano es ‘La Virgen de Agosto’ de Jonás Trueba. Eva, la protagonista de la historia, decide pasar el verano en su ciudad, Madrid. Para ello, alquila un apartamento en el barrio de La Latina y va descubriendo el ambiente de las fiestas de agosto.
En esta obra de Jonás Trueba, el verdadero protagonista de la historia es Madrid en verano. Sus calles y museos desiertos, el calor sofocante, la efervescencia de sus fiestas patronales… Todo un goce poder disfrutar de estos sentimientos en cualquier época del año gracias a esta película.
El amor de Pedro Almodóvar por Madrid
Pedro Almodóvar es todo un enamorado de Madrid. Sus películas han exportado la imagen de la capital por todo el globo terráqueo. Las locas historias que ha escrito el director manchego casi siempre han tenido un denominador común y ese era Madrid.
En su última obra, ‘Dolor y Gloria‘, la Filmoteca Española organiza un ciclo de cine sobre películas rodadas en Madrid. En este hay programada una, dirigida por el protagonista de la historia.
El Cine Doré también aparece en ‘Hable Con Ella’. Allí se escapa Benigno (Javier Cámara) en una noche libre, a ver Amante Menguante. Esta era una película sin sonido, que en una de las escenas más importantes de la película, será narrada por Alicia (Leonor Watling).
‘Mujeres al Borde de un Ataque de Nervios’, ópera prima del manchego, también transcurre en Madrid. El lugar elegido es un ático que se encuentra detrás del actual Ayuntamiento de Madrid, en Cibeles. Desde la terraza de esta casa, se pueden ver varios de los edificios más significativos de la ciudad.
En los ‘Amantes Pasajeros’ también podemos reconocer uno de los símbolos de la ciudad: el acueducto de la calle Segovia. En él, el personaje que interpreta Paz Vega se encuentra apunto de suicidarse. En ese mismo momento, por debajo pasa Blanca Suárez dando un paseo en bicicleta.
Como podemos ver, Madrid no deja de ser un protagonista indiscutible en toda la filmografía de Pedro Almodóvar.
Amenábar, un madrileño orgulloso
La madre de Alejandro Amenábar viajó a chile a visitar a su hermana y se enamoró de un chileno. De esta unión nació allí el famoso director. Pocos meses después, se trasladaron de nuevo a Madrid donde ha vivido casi toda su vida.
En los noventa comenzó a estudiar en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense, donde tuvo el primer contacto con el cine. Su primera película, ‘Tesis’, está grabada entre los muros de hormigón de esta curiosa facultad.
En este edificio, además de periodismo y comunicación audiovisual, también se imparten clases de cine. Como Amenábar, son muchos los cineastas españoles que se han formado en este centro. Las paredes de esta facultad están plagadas de murales que así lo reflejan. Uno de ellos está dedicado a esta misma película, ‘Tesis’.
Otra de las obras del cine de Amenábar que fueron grabadas en Madrid fue ‘Abre los Ojos’. A este película pertenece la famosa escena de la Gran Vía totalmente desierta. Hasta hace pocos meses, esto era toda una singularidad. Debido al confinamiento de marzo pudimos ver cómo esta situación se convertía en realidad.
El directores de cine españoles y su amor por Madrid
Rodrigo Sorogoyen es otro de esos directores enamorados de Madrid. La mayoría de sus historias transcurren en la capital. Las calles de la ciudad son el mejor decorado para el cine hecho en España.
En la película ‘Stockholm‘, una pareja vuelve a casa y lo hace, como muchos madrileños, recorriendo las calles aledañas a Gran Vía. La noche de Madrid se vuelve protagonista en el debut en el cine de Sorogoyen, dejándonos con escenas realmente bellas.
En ‘Que Dios nos perdone’, del mismo autor, también Madrid es su escenario. Antonio de la Torre y Roberto Álamo tienen una misión: atrapar a un peligroso asesino que se esconde en las calles de la capital. El directo llevó al cine desde el Metro de Madrid hasta la Puerta del Sol.
Alex de la Iglesia también incluye en la mayoría de su cine un trocito de Madrid. En la película ‘El Bar’ la historia trascurre en un lugar muy parecido al muy añorado Palentino de la Calle del Pez. ‘Las Brujas de Zugarramundi’ comienzan su camino en la misma Puerta del Sol. La escena más famosa de ‘El Día de la Bestia’ transcurre en el cartel de Scheweppes del edificio de la plaza de Callao.
El cine internacional, a los pies de Madrid
No solo son directores españoles los que han decidido elegir Madrid como escenario para sus películas. Una de las sagas internacionales más importantes también grabó en la capital uno de sus capítulos.
‘El ultimátum de Bourne’, protagonizado por Matt Damon, es la tercera entrega de la saga. La Estación de Atocha se convierte en una de las puertas de entrada a la ciudad del personaje. El protagonista busca en Madrid conocer quién es.
En esta película americana podemos ver desde los típicos taxis blancos con la franja roja, hasta el portal número 10 de la calle Virgen de los Peligros, muy cerca de la Puerta del Sol. También se incluyen numerosos planos desde el cielo que hicieron que la plaza de Cibeles y la plaza de Toros de las Ventas fueran vistas por medio mundo.
La belleza de las calles de la capital y sus contrastes hacen de Madrid una opción perfecta para rodar cine. La pasión por el séptimo arte de los madrileños convierte en toda una experiencia poder reconocer en la gran pantalla aquellos lugares que pisas a diario. Madrid queda inmortalizada para siempre gracias a todas las películas que se graban en ella.
