La Comunidad de Madrid ha planteado una nueva regulación para las VTC con la que pretende “profesionalizar el sector, tanto para las empresas como para los conductores”, los cuales tendrán que realizar un examen similar al del sector del taxi, y endurecer el régimen sancionador.
Así lo ha destacado el consejero de Transportes, Movilidad e Infraestructuras, Ángel Garrido, en declaraciones a los medios tras presentar las propuesta a los representantes del sector del Taxi y VTC en el Comité Madrileño de Transporte por Carretera.
Según Garrido, el objetivo es establecer “un marco equilibrado de competencia que garantice el futuro tanto de los taxis como de las VTC, dos modelos de negocio que pueden y que deben, además, convivir”.
El consejero ha destacado que “hay espacio para los dos, y además así lo quieren los madrileños, que son los que imponen su mandato sobre los gobiernos”, y que “quieren poder elegir y quieren poder optar entre todas las alternativas de transporte que hoy por hoy tienen al alcance de su mano”.
Por otro lado, ha recordado que la Comunidad de Madrid “siempre ha defendido que debía ser el Gobierno de la nación el que regulara el nuevo escenario que supone la expansión de los nuevos servicios de las VTC”, pero ha constatado que el Ejecutivo central “ha dejado claro a estas alturas que no lo va a hacer”, y que el Gobierno regional no puede quedarse “de brazos cruzados.
“Vamos a actuar con responsabilidad porque si no hiciéramos nada a partir de septiembre de 2022 las VTC no podrían seguir prestando servicio en nuestras ciudades, lo cual yo creo que sería francamente malo para la movilidad de los ciudadanos”, ha explicado.
Garrido ha detallado que su propuesta supone “modificar la Ley de Ordenación y Coordinación de los Transportes Urbanos de la Comunidad de Madrid con tres objetivos esenciales: regular la actividad de las VTC como un transporte discrecional de viajeros, hoy por hoy no está contemplado así; el segundo objetivo es profesionalizar el sector, tanto para las empresas como para los conductores, y el tercero modificar y actualizar el régimen sancionador para adecuarlo a esta nueva realidad y para poder perseguir con eficacia comportamientos que distorsionen la competencia”.
Por un lado, se habilitará a realizar transporte urbano a los titulares de las autorizaciones estatales de VTC otorgadas con anterioridad a la entrada en vigor de la nueva regulación y que se encuentren domiciliadas en la Comunidad de Madrid. Además, deben figurar en situación de alta en el Registro de Empresas y Actividades de Transporte en el momento de su entrada en vigor.
En la actualidad hay alrededor de 8.300 licencias en la Comunidad de Madrid, según los últimos datos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
A su vez, se crea una nueva autorización regional (VTC-Comunidad de Madrid) para la prestación del servicio y se definen los requisitos para su obtención. Esta autorización estará condicionada por la proporción 1/30 (1 autorización VTC-Comunidad de Madrid por cada 30 licencias de taxi) o por aquella que en cada momento determine el Estado.
SE PROHÍBE CAPTAR VIAJEROS EN LA CALLE
La nueva regulación no va a establecer ningún periodo mínimo de precontratación y va a dejar claro que las VTC no pueden permanecer estacionadas para captar viajeros que no hubieran contratado previamente el servicio.
Así, por ejemplo, no podrán circular ni estacionar en lugares como aeropuertos, estaciones de ferrocarril o autobús, hoteles, hospitales y centros comerciales o a menos de 100 metros de espacios con gran concentración de personas, como eventos culturales, deportivos, musicales o sociales, sin haber sido contratados previamente.
Precisamente para evitar que puedan captar viajeros en la calle, los vehículos VTC únicamente podrán ser geolocalizados por los usuarios una vez se produzca la contratación del servicio.
Otra de las principales novedades de la nueva regulación es que los conductores de VTC tendrán que cumplir una serie de requisitos para poder realizar este trabajo, similares a los que ya se exigen a los profesionales del taxi, como contar con el permiso de conducir de la clase B o superior, con al menos un año de antigüedad.
También deberán superar un examen de 100 preguntas tipo test, agrupadas en seis módulos temáticos obligatorios, en el que se evaluarán cuestiones relacionadas con seguridad vial, conducción eficiente, primeros auxilios, marco jurídico o conocimiento de Madrid ciudad y región, así como un test psicotécnico. También habrá un módulo de inglés optativo.
Aquellos que hayan trabajado como conductores durante seis años de forma ininterrumpida o durante ocho años con interrupciones no superiores a cinco meses estarán exentos de realizar el examen, ha avanzado Garrido.
Además, los conductores de VTC tendrán que realizar un curso de formación de actualización de conocimientos cada 5 años para poder seguir ejerciendo su actividad.
En cuanto a los requisitos para las empresas del sector, las compañías deberán cumplir con las obligaciones establecidas en la normativa estatal y, además, contar al menos con el mismo número de conductores que autorizaciones de VTC en alta.
Los titulares de las autorizaciones VTC estarán obligados a prestar servicio de forma efectiva, ya que de no hacerlo perderán la autorización. En el caso de quienes ya tenían autorizaciones estatales de VTC, perderán la habilitación si han estado sin prestar servicio más de 30 días consecutivos o 60 días alternos en el plazo de un año.
En el caso de las autorizaciones VTC-Comunidad de Madrid, se comprobará la prestación efectiva del servicio cada dos años, durante el visado de las autorizaciones, y se dará de baja la autorización si no han prestado servicio durante 60 días el año anterior o durante 120 días desde el anterior visado.
USO COMPARTIDO
La nueva norma también establecerá que las flotas tengan un mínimo de vehículos adaptados para personas con movilidad reducida, de manera que se garantice que, al menos, el cinco por ciento de las VTC sean vehículos adaptados de este tipo.
Asimismo, al igual que sucede con el sector del taxi, todos los vehículos VTC deberán disponer de etiqueta ambiental Cero o ECO de la Dirección General de Tráfico.
También se va a autorizar la posibilidad del uso compartido, mediante la contratación de plazas de pago individual en cada vehículo. Una opción similar a la que tiene ya el Taxi en Madrid.
ENDURECIMIENTO DE LAS SANCIONES
La nueva regulación de la Comunidad de Madrid para las VTC también prevé actualizar y endurecer el régimen sancionador, contemplando nuevos hechos infractores para sancionar conductas que tienen lugar en la nueva realidad existente en el mercado de transportes y con una clara incidencia en la competencia entre las empresas.
Así, se añaden varias infracciones graves y muy graves, se amplían las infracciones que conllevan la inmovilización del vehículo y se establece la revocación de la autorización o habilitación por la comisión de ciertas infracciones graves o muy graves de forma reiterada (cinco o más veces en el periodo de un año).