En tan solo un mes, Madrid ha sufrido una innumerable lista de calamidades extraordinarias. La última aventura a la que se enfrentan los madrileños tiene que ver con unos pequeños roedores.
Hablamos con uno de los técnicos de la empresa Rentokil, especializada en control de plagas, para que nos hable del peligro que supone la presencia de la ‘rata negra’ en Madrid.
Méndez Álvaro, un nido de ratas
En las últimas semanas, los vecinos de Méndez Álvaro han advertido de la presencia de una plaga de ratas negras por las calles del barrio. Por su mala fama, estos animalillos han causado una gran alarma social.
Noticias falsas comenzaron a aparecer, fomentando el mito de la agresividad de la ‘rata negra’, frente a la gris que tan común es en las ciudades.
Muchos alertaban que estas atacaban a animales como gatos y perros, e incluso a las propias personas. Además, la transmisión de enfermedades también es uno de los grandes miedos que levantan estos roedores.
El propio Ayuntamiento de Madrid confirmó hace unos días que, efectivamente, hay una plaga de rata negra en la zona de Méndez Álvaro.
Sin embargo, también anunció que ya hay técnicos del consistorio inspeccionando la zona para dar solución a este serio problema de salubridad.
La rata negra, un animal con espíritu grumete
Rentokil es una empresa que se dedica al control de plagas y agentes patógenos. Con más de 35 años de experiencia en el sector, uno de sus técnicos nos habla del supuesto peligro que pueden causar estas ratas.
Jacinto, técnico de Rentokil, nos cuenta que la rata negra se diferencia de la rata común por el hábitat donde vive. Mientras que una suele moverse por el alcantarillado, la otra anida normalmente en los árboles.
Es muy curioso su origen, pues estas son consideradas como ‘especie invasora‘ en muchos lugares debido a que suelen moverse por el mundo en barco. “Es una rata con espíritu de grumete” comenta el técnico.
¿Cómo llega a una zona interior como Madrid? La posible respuesta para este técnico reside en la Estación de Contenedores de Abroñigal, en Méndez Álvaro.
Lo más seguro es que la rata negra haya llegado en un contenedor con mercancía contaminada. Esto, unido al parque del barrio, contribuye a crear el ambiente perfecto para su desarrollo.
¿Suponen un peligro para los madrileños?
“La rata negra no es más agresiva que la común, no es peligrosa” comenta Jacinto. Además, añade que, al vivir en un hábitat más saludable que las alcantarilla, la capacidad de portar gérmenes es bastante menor.
No obstante advierte que fueron las pulgas de la rata negra las que propagaron la Peste Bubónica, que mermó la población europea de manera considerable durante la Edad Media.
Estos roedores, al ver a las personas se asustan. “Somos nosotros más grandes que ellos” dice este profesional. Sin embargo, si se sienten amenazados si que pueden atacar y suponer un problema. Aunque, puntualiza que “nunca van a morder porque sí”.
Cuando le preguntamos si podrían entrar en las viviendas, Jacinto responde tajante que “existe más posibilidad de que entre una rata de alcantarilla al moverse por las bajantes. No es lo normal que una rata negra entre en un domicilio”.
Posibles soluciones para acabar con las ratas negras
Como ciudadanos, este técnico aconseja que lo mejor que podemos hacer son acciones de responsabilidad social como no tirar la basura sin anudar y dentro del contenedor o no echar de comer a las palomas.
Con respecto a la solución municipal, lo que suelen hacer las empresas de control de plagas como Rentokil es monitorizar y controlar los nidos. A partir de aquí, poner cebo para bajar la población.
El problema con la rata negra es que los cebos están a la vista y no en las alcantarilla y esto puede suponer un peligro si alguien los manipula. “Se tienen que señalizar para que no lleguen a las manos de personas u animales como perros“, comenta este profesional.
La Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA) ya informó de la existencia de la rata negra en Madrid en el año 2019. En la actualizad, afirma que la capital cuenta con 10 focos.
Todos estos focos, confirma, son controlados por el Consistorio de la capital. Por este motivo no suponen ningún peligro. Desde allí comentan que ahora mismo “no se les puede denominar plaga”.
Las otras plagas de Madrid
La leyenda negra que hay sobre las ratas hace que la población se alarme mucho más que cuando hablamos de otras plagas con las que convivimos a diario.
“Entre los profesionales, a las palomas las llamamos ‘ratas con alas'”, bromea. Este técnico comenta que estas aves también portan parásitos y bacterias. Además, sus nidos pueden crear problemas de alergias y asmas tremendos.
El Ayuntamiento de Madrid tiene una normativa que prohíbe alimentar a este tipo de aves en la vía pública. “Estas migas no solo se las comen las palomas, sino también otros animales indeseados como las ratas” advierte.
Lo mismo pasa con las cotorras argentinas. Otra especie invasora que, además, desplaza a la fauna autóctona y origina un grave problema de contaminación acústica.
“A todos nos gusta ver a un grupo de palomas en un parque, pero este tipo de animales como las cotorras también suponen un problema de salubridad de igual dimensión que las ratas”, puntualiza el técnico.
Lo que está claro es que el pánico que da ver una rata en la calle no hay animal que lo iguale. Por ello, controlar este tipo de plagas es esencial para mantener una buena salubridad en las ciudades.