Pasear por la capital es toda una gozada sabiendo que existen unos pequeños seres fantásticos que vigilan que no nos pase nada. Monumentales o estrellados, los ángeles acompañan a los habitantes de Madrid a cada paso que dan.
Desde barrios en su honor, hasta fuentes y estatuas. Esta es la curiosa relación entre la ciudad de Madrid y los ángeles que adornan sus calles procurando que nada malo suceda.
Para ir a ‘Los Ángeles’ no hay que salir de Madrid
Si nos fijamos bien, nos damos cuenta de que numerosos barrios de Madrid hacen alusiones a los ángeles. Y no son uno, ni dos, sino varios los que se refieren a ellos en sus nombres.
Puerta del Ángel es ejemplo de ello. Para entender el origen de su nombre hay que remontarse a 1605. Al parecer, por aquel lugar había una Ermita dedica al Santo Ángel de la Guarda.
Esta talla había sido rescatada, al igual que la Almudena, de una de las puertas de la muralla árabe. En el lugar donde estaba esta ermita, hoy se encuentra la iglesia de Santa Cristina. De ahí viene el nombre de este barrio.
Otra de las calles del centro de Madrid toma el nombre de Costanilla de los Ángeles, cerca de la plaza de Ópera. Se llama así debido a que aquí se encontraba el Monasterio Real de Santa María de los Ángeles, hoy desaparecido.
La Plaza del Ángel, entre la plaza de Santa Ana y la de Jacinto de Benavente, es otro ejemplo de cómo los ángeles se hicieron con la ciudad de Madrid. Su nombre proviene del ángel de la guarda que decoraba la fachada de uno de sus edificios.
Incluso, se puede ir Los Ángeles sin salir de Madrid. Para ello solo hay que visitar el barrio de Ciudad de los Ángeles, que lleva en la capital desde los años 50 del siglo pasado.
El nombre de este barrio se eligió por concurso popular, en el año 1958. Como muy cerca de allí se encuentra el Cerro de los Ángeles, los vecinos decidieron bautizarlo como tal.
No hay que olvidar que el Cerro de los Ángeles, en Getafe, se considera tradicionalmente como el centro geográfico de la Península Ibérica según el Instituto Geográfico Nacional.
La victoria alada que reina sobre Madrid
Si hay una estampa que se repite en todas las postales de la capital, esa es la que muestra en todo su esplendor al famoso Edificio Metrópolis que da inicio a la Gran Vía.
En lo alto de su techo, una monumental escultura disfruta de las mejores vitas de la capital de Madrid. Ella es la Victoria Alada del madrileño Federico Coullaut-Valera.
Este edificio se levantó en Madrid en 1911 como parte de la construcción de una nueva avenida que modernizaría la capital y que por entonces ni siquiera se llamaba Gran Vía.
La aseguradora ‘La Unión y el Fénix’ sería la encargada de su creación pues este edificio pasaría a ser la sede de esta gran empresa. En la cúpula del mismo, decidieron poner el símbolo y emblema de la compañía.
Lo curioso de todo esto es que, a pesar de ser una de las escenas más fotografíadas por los turistas y no turistas de la capital, la escultura que ahora contemplamos no es la original que se instaló a principios de siglo XIX.
En 1972, la aseguradora Metrópolis compraría el edificio. La anterior empresa, antes de abandonar su sede, decidió llevarse la estatua. Esta sería sustituida por la Victoria Alada que ahora podemos disfrutar.
¿Qué sería de la original? Pues numerosas réplicas están repartidas de este ‘ángel’ están repartidas por todo Madrid. Para contemplar una de ellas solo hay que subir un poco la Gran Vía hasta el número 32 y mirar hacia el techo de uno de las tiendas de ropa más famosas de la capital.
El ‘accidente aéreo’ de la calle Mayor
Nuestro particular recorrido buscando ‘los ángeles’ de Madrid nos lleva hasta la calle Mayor, a escasos metros de la madrileña y fuertemente transitada Puerta del Sol. Allí, un despistado habitante de las azoteas nos espera.
Si alzamos la vista por las inmediaciones del Mercado de San Miguel, podemos ver en uno de los tejados de un edificio de la calle Milaneses, numero 3 un curioso visitante. Normalmente, los protagonistas de las estatuas posan con porte solemne, pero este es diferente.
Se trata de un ángel caído, que lleva atascado en Madrid desde enero del 2005. En aquel año, los propietarios del edificio encargaron al artista Miguel Ángel Ruiz una escultura que sirviera para decorar la fachada del mismo.
Lo curioso es que el autor decidió hacer todo lo contrario y apostar por esta curiosa representación. En ella podemos ver a un ángel boca abajo, como si acabara de chocar contra el edificio de la calle Milaneses.
Las piernas torcidas, las alas rotas… todo indica a que ha sido todo un choque que ha debido de doler. De hecho, su autor lo bautizó como ‘Accidente Aéreo’, tirando de ironía. Así lo explica el autor:
El demonio que cayó sobre la capital
De este moderno ángel, nos vamos a otro que tiene una turbia historia detrás. Para ello, nos trasladamos al Parque del Retiro de Madrid y a una de sus fuentes más famosas: la fuente del Ángel Caído.
En el lugar donde hoy se encuentra esta fuente, se ubicaba la Fábrica de Porcelanas Chinas. Esta sería destruida durante el desarrollo de la Guerra de la Independencia contra los franceses en 1813.
Este particular ángel fue esculpido en roma en 1877. Su autor, Ricardo Bellver ganó una medalla debido a la hermosura y la elaborada técnica que utilizó en su realización.
Los ángeles caídos, para el cristianismo, son ángeles que han sido expulsados del cielo por rebelarse contra Dios. De hecho, el ‘ángel caído’ más famoso de esta religión es nada más y nada menos que el mismo Satán.
El Duque de Fernán Núñez fue el que se empeñó en 1885 en convertirlo en un monumento. La cristiana sociedad de la época puso el grito en el cielo ante la ofensa que suponía levantarle un homenaje al demonio en pleno Madrid. Aún así, se hizo.
Es muy curioso que su ubicación se encuentre precisamente a 666 metros sobre el nivel del mar que se mide en Alicante. El Apocalipsis relaciona este número directamente con el diablo. Sin embargo, esto ocurrió por casualidad, pues en la época no había la tecnología suficiente para calcularlo.
Así es este Madrid visto desde el punto de vista de los ángeles que sobre vuelan la capital. Porque ya sabes lo que dice el famoso dicho: “De Madrid, al cielo”.